Una madre coloca una flor de cempasúchil, una hermana una cruz rosa, una amiga la fotografía de una mujer víctima de feminicidio, otra la de una niña que ya no regresó a su casa y siguen buscándola; en todo el país se celebra en Día de Muertos, pero en Chiapas la madre de Jade Guadalupe Yuing Gómez recuerda que “no tenemos nada que festejar”, pues a casi cuatro años del asesinato de la pequeña de 13 años siguen sin encontrar la justicia.
Integrantes del Colectivo Madres en Resistencia Chiapas instalaron un plantón frente al palacio de gobierno en Tuxtla Gutierrez: “Ya basta de simulación, ya basta de vernos la cara”, exige la madre de la pequeña asesinada el 14 de enero de 2020 al interior del Instituto del Deporte del estado.
El caso de Jade Guadalupe es solo uno de los 28 feminicidios registrados en 2020 en Chiapas, una cifra que está apunto de superarse en 2023; en sólo 9 meses de registros el estado del sur del país suma 25 casos de asesinatos de mujeres por razones de género, 625 a nivel nacional.
Al ampliar el análisis a todo el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador el número total de feminicidios se eleva hasta 4 mil 554 víctimas, siendo el año 2021 el más violento con 981 carpetas de investigación abiertas, según cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Pero los feminicidios son sólo una parte de la violencia que sufren las víctimas y sus familiares en México, a ellos se suman la impunidad que mantiene al 67 por ciento de los feminicidas sin recibir una condena, de acuerdo a una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción elaborada desde 2012 a 2022.
Este es el caso de Jade Guadalupe, de quien su madre afirma que nadie custodió la escena del crimen donde asesinaron a su hija; peor aún “omitieron y manipularon pruebas y borraron la escena del crimen”, por ello afirma que el gobierno obliga a las madres a salir a las calles para exigir justicia mientras los feminicidas están libres y gozan de “total impunidad”.
<b>Marchan en Día de Muertos por víctimas de feminicidios</b>
En otra de las ciudades más importantes de Chiapas, San Cristóbal de las Casas, familiares de víctimas de feminicidio se pintaron los rostros al estilo de Catrinas y tomaron las calles de la región de los Altos: no para celebrar, sino con el grito de “¡justicia!”.
“No somos una carpeta de investigación”, lanzaron las manifestantes para recordarle a las autoridades que las investigaciones no sirven de nada si no se llega el castigo a los responsables y la justicia para las miles de víctimas de feminicidio en México; además enfatizaron que la cifra real supera las 900 muertes violentas de mujeres en 2023, muy lejos de los 625 casos registrados en fuentes federales.
Pero los altares repletos de cruces blancas en Chiapas se repiten en otros estados con la misma problemática: Veracruz y Ciudad de México (40 víctimas en 2023), Estado de México (72) y Nuevo León (54), son algunas entidades donde colectivos replican la exigencia y el grito de “no hay nada que festejar”.
Niñas y adolescentes víctimas de feminicidio
Desde enero de 2015 hasta agosto del presente año se contabilizan 717 feminicidios de niñas y adolescentes entre 0 y 17 años en México, la mayoría (123) en el Estado de México, le siguen Veracruz (60) y Jalisco (55); en términos de la presente administración federal esto representa un promedio de 8.3 crímenes similares cada mes.
En el mismo periodo de tiempo 2 mil 317 niñas y adolescentes fueron asesinadas de manera dolosa en el país; de estos crímenes mil 301 sucedieron bajo la administración de AMLO, según datos recogidos por la Red por los Derechos de la Infancia en México.
Las exigencias de la madre de Jade Guadalupe conviven con las fotografías de su hija, las flores de cempasúchil y las leyendas de “Ni una menos” y “justicia” que se contraponen en cruces rosas y negras para visibilizar la violencia que viven las mujeres en todo México; pero también conviven con las imágenes de otras víctimas de desaparición como el caso de Cassandra Isabel Arias Torres, secuestrada durante la boda de su mamá a finales de 2022 y de quien no saben nada hasta la fecha.