Uno de los temas que causa revuelo entre los contribuyentes del país, tiene relación con el pago de impuesto a los depósitos en efectivo, ya que ese gravamen solamente se cobra en ciertos casos y a continuación daremos a conocer más detalles sobre este acto.
Antes que nada, será importante recordar que, de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), es falso que se cobre impuestos por depósitos en efectivo e instituciones bancarias.
Es decir, todos aquellos depósitos que se realizan para padres a hijos o viceversa, pagos por venta de catálogo, cosméticos, utensilios de cocina y hogar. Así como tandas o préstamos personales, no se vigilan, ni cobran ningún tipo de impuesto.
Sin embargo, algunas personas físicas o morales (empresas) sí están obligadas a pagar impuestos a depósitos en efectivo, según se establece en el Art. 1 y 4 de la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (LIDE).
¿Quiénes están obligados a pagar el impuesto a los depósitos en efectivo?
De acuerdo con el SAT, personas físicas o morales que realicen depósitos en efectivo (moneda nacional o extranjera), pero siempre y cuando la suma exceda de los 15 mil pesos en un mes.
¿Sobre qué depósitos no se paga IDE?
Los de transferencias electrónicas, traspasos de cuenta, títulos de crédito (cheques, pagarés) o cualquier otro documento o sistema pactado con las instituciones del sistema financiero, aun cuando sean a cargo de la misma institución que los reciba.
Los que no excedan el monto establecido de 15 mil pesos cada mes
También será necesario detallar que las instituciones financieras solamente podrán entregar información mensual de aquellos contribuyentes que se encuentren en auditoría, fiscalización o revisión por parte del fisco.
¿Cuándo podría el SAT una revisión?
Es decir, en caso de que en una auditoría se descubran inconsistencias o incongruencias en relación a sus egresos e ingresos, entonces sí podrá solicitar información especial a las sucursales bancarias, para evitar defraudaciones.
El Servicio de Administración Tributaria lleva a cabo al menos 10 mil auditorías cada año aproximadamente. En ellas se revisa la información declarada por los contribuyentes respecto a los depósitos bancarios recibidos y se coteja con los datos que brindan las instituciones financieras mensualmente para una fiscalización más exacta. Esto permite agilizar y depurar las auditorías generales y según el fisco, permitirá combatir de forma más expedita la evasión fiscal.