El huracán Otis dejó 48 muertos, al menos en el registro oficial, y millones de destrozos en el estado de Guerrero, donde una de las joyas turísticas del país, Acapulco, fue muestra representativa de la devastación ya que lujosos hoteles quedaron sin fachadas completas.
Además de las cuantiosas pérdidas materiales que se tendrán que afrontar, ciudadanos y especialistas han cuestionado a los lujosos hoteles por lo que consideran falta de protocolos de actuación.
Si bien Otis fue un fenómeno atípico ya que en menos de 12 horas tenía el pronóstico de tormenta tropical y escaló a categoría 5, potencialmente catastrófico por llevar ráfagas de viento cercanas a 300 km/h, el Pacífico tiene anualmente una temporada de huracanes que va junio a noviembre.
En el océano Pacífico se esperan año con año más huracanes que en el Caribe mexicano y que en el Golfo de México debido a las condiciones meteorológicas propicias para ellos, por lo que es de esperar que se tomen las precauciones necesarias para poder enfrentar estos fenómenos por más intensos que puedan ser.
Sin embargo ciudadanos evidenciaron falta de comunicación entre los hoteleros que consideraron negligente al no avisarles de la peligrosidad del fuerte huracán que se avecinaba, además de falta de protocolos para evacuarlos con tiempo a refugios seguros.
Como fue en el caso de Tania Partida Hernández, regidora del ayuntamiento del gobierno de Monterrey, Nuevo León, quien se encontraba en el hotel Princess para asistir a la Convención Minera 2023.
“Las 11:38 lluvia y viento fuerte… por lo que subí a habitación del Princess… Había tranquilidad, ya que en la Inauguración de la Expo Minera no avisaron de peligro inminente e inclusive estuvo la gobernadora Evelyn Salgado, pero se retiró antes. A las 12:02 empezaron a vibrar las ventanas. A las 12:13 se escuchó un ruido y se cayó el techo de acero del balcón, el viento aumentaba considerablemente. A las 12:29 el aire empezaba a invadir la habitación…”, detalló la regiomontana mientras se refugiaba en el baño donde aún ahí las fuertes ráfagas de viento y lluvia la alcanzaron.
Narró que a las 2:40 de la madrugada personal del hotel los evacuó a un lugar más seguro, sin embargo criticó que empleados del hotel no les avisaron de que se acercaba con tal fuerza el huracán Otis y fue hasta las 21 hrs. que colocaron un letrero en su puerta cuando ya el viento estaba muy fuerte.
Autoridades de Protección Civil estuvieron alertando en las playas y varias colonias a turistas con megáfonos, en lo respectivo a los huéspedes de los hoteles se esperaría que los propios encargados debieron avisarles, sin embargo en muchos no fue así, como evidenciaron varios ciudadanos en redes sociales.
Materiales endebles en la construcción ¿falta de regulación?
Infobae México entrevistó al arquitecto Israel Vázquez quien cuestionó el tipo de materiales que fueron usados en la construcción de varios hoteles.
“Entiendo la magnitud que vino de este gran fenómeno, es evidente, pero también me sorprende el tipo de materiales, como meterle paredes de tabla roca y cristales frágiles en las fachadas. Doy clases en la Facultad de arquitectura y lo comento mucho con mis alumnos, que conlleva una gran responsabilidad el proceder en la construcción de este tipo de materiales pensando en espacios que tienen complicaciones naturales como sismos, huracanes o incluso tsunamis”, opinó.
La gobernadora del estado Evelyn Salgado refirió que el presidente de la Asociación de Hoteles en Acapulco, Alejandro Domínguez, le comunicó que el 80% de los hoteles en Acapulco resultaron afectados.
“Desconozco si hay normas de seguridad mínima de estos materiales que se los exijan (a los hoteles), debe de existir pero sí pero no sabemos si los piden, exigen, realmente los cumplan o incluso den ‘mordidas’ (dinero) para seguir con las obras tal como están, existe corrupción”, abundó el también profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Tengo experiencia de haber hecho proyectos en Oaxaca y siempre es como de la mano con un estructurista con un calculista que se encarga de proponer materiales que aguanten este tipo de situaciones y me sorprende en Acapulco, porque son hoteles donde vienen turistas internacionales, turistas de paso que vienen a disfrutar y sin embargo pasan este tipo de situaciones fatídicas, cuando debería ser un resguardo para ellos. Entiendo la potencia del huracán, sin embargo existe su responsabilidad de salvaguardarlos, es incalculable las pérdidas humanas”, añadió Vázquez.
El experto explicó que en cuestión de seguros, son más baratos los que tienen construcciones baratas.
“Ahí entra en ética porque qué tanto quieren hacer rápido las construcciones o qué tanto quieran preservar la seguridad y vida de sus huéspedes, sí son los materiales pero también la mano de obra y asegurarse de que se cumplan las normas mínimas. Parte de este tipo de situaciones es el ego del arquitecto el considerar que tu idea es la mejor, sin importar los posibles fenómenos meteorológicos o naturales de la región”, señaló.
¿Qué falló?
“Yo le echaría un tanto la culpa al gobierno y a las autoridades, si bien fue un huracán categoría 5, tampoco es que sea improbable, las autoridades se confiaron y por eso no tenían esta preocupación de ponerle examinar avisar masivamente. Seamos sinceros, el comercio, la economía en este tipo de puertos, a ellos no les interesa si llueve o no, ellos siguen vendiendo y recibiendo gente. Debe de haber una reglamentación seria donde si viene una tormenta tropical ya no aceptar huéspedes, evitar que opere por seguridad misma de todos, la gente va a vacacionar, no a lastimarse o morir.
“Es muy importante que las autoridades revisen cada uno de los edificios que se dañaron, la estructura los materiales, quién llevó esta supervisión, si se siguieron las normas básicas y sobre todo que haya una sanción si es que no se siguieron. Deben llegar hasta las últimas consecuencias para que no se repita, no hay justificación para exponer tantas vidas que van de la mano con la tragedias de tantas familias, es todo un círculo irreparable”, concluyó.