Aunque son fruto de dos matrimonios distintos, la sangre los terminó dirigiendo al mismo lugar. Los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, mejor conocidos como ‘Los Chapitos’, actualmente son considerados por las autoridades de Estados Unidos como la facción más poderosa del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, según reveló recientemente Dámaso López Serrano, alias ‘Mini Lic’, hubo un tiempo en el los cuatro hermanos no quisieron dedicarse al negocio de las drogas.
Al mismo tiempo que Guzmán Loera ascendía en el narcotráfico, el capo comenzaba su descendencia. Los primeros hijos de ‘El Chapo’ fueron fruto de su relación con Alejandrina Salazar Hernández. De los cuatro que procreó, solo dos siguieron sus pasos: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo.
A mediados de la década de los 80, el ahora exlíder del Cártel de Sinaloa se casó por segunda vez. De su matrimonio con Griselda Guadalupe López Pérez nació una mujer y tres varones: Joaquín, Édgar y Ovidio, en ese orden.
Los hijos de ‘El Chapo’ tuvieron una infancia y juventud “normal”, no relacionada a las actividades ilícitas de su padre. Los Guzmán-Salazar pasaron varios años en Guadalajara y los Guzmán-López en Ciudad de México.
Pero, de acuerdo con los datos que el ‘Mini Lic’ relató a la periodista Anabel Hernández, en colaboración especial con Milenio, tras la muerte de Édgar Guzmán López, los cuatro hermanos habrían comenzando a incursionar en el negocio de su padre.
El relato del ‘Mini Lic’ coincide con información de la DEA, quienes señalan que Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, comenzó en el Cártel de Sinaloa a los 18 años, tras la muerte de su hermano mayor.
Según refiere el Departamento de Justicia de EEUU, para 2008 ―año en el que murió Édgar―, Ovidio y Joaquín ya invertían grandes cantidades de dinero para comprar marihuana en México y cocaína en Colombia. Iván y Jesús Alfredo para ese tiempo también estaban involucrados en la organización criminal.
No obstante, hubo un punto en el que los ahora Chapitos pensaron en “echarse para atrás”.
Los Chapitos consideraron dejar el negocio a Dámaso López Núñez, ‘El Licenciado’
El ‘Mini Lic’ detalló a la periodista mexicana que, tras la segunda detención de ‘El Chapo’ ―2004―, sus hijos quisieron retirarse del negocio.
“Tenían mucho miedo, tanto que dijeron ‘ya queremos dejar esto’. Yo estuve presente en esa reunión”, relató López Serrano a inicios de octubre. De acuerdo con el ahora ex narcotraficante, los hijos de ‘El Chapo’ pensaban dejar el liderazgo del Cártel de Sinaloa que les correspondía en manos de su padre, Dámaso López Núñez, alias El Licenciado.
En esa plática, Los Chapitos habrían dicho al ‘Mini Lic’ y su padre que los Guzmán-Salazar se irían a Guadalajara y Ovidio y Joaquín regresarían a la capital del país.
“Iván le dijo a mi papá: ‘Usted agarre todo, nosotros no queremos esa bronca, lo que va a pasar es que nos van a chingar o nos van a matar los enemigos de mi papá, que es lo único que nos dejó'”, agregó el ‘Mini Lic’.
El rechazo de Los Chapitos hacia el fentanilo
Sin embargo, el ‘Mini Lic’ apuntó la opinión de Los Chapitos cambió y comenzaron a dejarse llevar por las ganancias del tráfico de drogas y otros delitos relacionados al Cártel de Sinaloa. Eso también los habría unido, pues de acuerdo con López Serrano “no siempre fue así”.
No obstante, los hijos de ‘El Chapo’ aseguraron en mayo de 2023 que no estaban interesados en ser la cabeza del Cártel de Sinaloa. La información fue dada a conocer por la periodista Azucena Uresti, a quien Los Chapitos le habrían enviado una carta mediante un abogado de la familia.
En hechos más recientes, destaca su rechazó al tráfico de fentanilo. El 2 de octubre, varias narcomantas se hicieron presentes en Sinaloa con una advertencia firmada supuestamente por Los Chapitos. “Nunca hemos sido ni seremos afines a ese negocio. Aténganse a las consecuencias”, se leía en las mantas.