Este miércoles, por la madrugada, el huracán Otis, categoría 5 de acuerdo con la escala Saffir-Simpson, tocó tierra en el Puerto de Acapulco, Guerrero. Así lo dio a conocer el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Este fenómeno natural, con vientos sostenidos de 270 km/h y considerado potencialmente catastrófico, fue documentado por habitantes de Acapulco, así como turistas que buscaban pasar un rato agradable en la famosa playa mexicana.
En diversos videos que se difundieron por medio de redes sociales, pueden observarse los momentos de angustia y desesperación que vivieron muchas personas que se encontraban en Acapulco al momento en que el poderoso huracán tocó tierra.
En los materiales audiovisuales, la mayoría de ellos de poca duración, pueden apreciarse los destrozos que provocó el fenómeno natural, y a las personas pidiendo ayuda y tratando de ponerse a salvo dentro de baños o en escaleras.
En uno de los videos, grabado desde lo alto de uno de los hoteles de Acapulco, puede apreciarse como las calles se encuentran totalmente oscuras, pues por los fuertes vientos del huracán, el puerto se quedó sin luz. Se puede observar a un automóvil debajo del agua y las calles inundadas.
Otro de los videos muestra a un grupo de personas tratando de refugiarse en lo que parece ser el baño de uno de los hoteles que sufrieron severos daños, y señalando que se les habían tapado los oídos.
En videos también pueden verse las severas afectaciones y daños que tuvieron los hoteles de la zona de Acapulco, tanto en las habitaciones como en los lobby.
Mujer cuenta cómo vivió el huracán
Una mujer que dijo encontrarse en el hotel Princess de Acapulco, narró por medio de un video, mismo que se viralizó en redes sociales, cómo fue que vivió la madrugaa de este miércoles.
En el material audiovisual señala que eran las 3:15 de la mañana y que acababa de pasar lo más fuerte del huracán. “Literal, estuve en el ojo del huracán, me acaban de rescatar, en algún momento, alrededor de las 11 de la noche, se fue la luz, y los vientos estuvieron a todo lo que da, 260 (km/h) o más, y me escondí en el closet y literal, pues me puse a rezar, a meditar y a tratar de calmarme, aunque el pánico se apoderó de mí a tal grado que de repente lo único que pedía era solamente una oportunidad más”, señaló.
Señala que los reportes decían que aún no se sabía cuáles eran los daños, más allá de lo material, “pero les puedo decir que está destruido, en mi cuarto se cayó el techo, se rompieron los vidrios, inundados los pisos, a partir del piso cuatro para arriba sin luz”, explica.