Luego del ataque armado en Tacámbaro, Michoacán, orquestado por supuestos sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), al alcalde Artemio Moriya Sánchez se le desginó una escolta especial de seguridad.
Horas después del enfrentamiento que cobró la vida de cinco personas, la Secretaría de Seguridad Pública estatal, encabezada por José Alfredo Ortega Reyes, desplazó un cuerpo de agentes a Tacámbaro para reforzar la vigilancia y se reunió con el edil.
De igual forma, establecieron un equipo especial de agentes para resguardar su integridad. En el encuentro “también se acordó incrementar la coordinación entre los cuerpos policiales del municipio y del estado”, señaló la dependencia.
Y es que poco antes de la agresión del 23 de octubre, en redes sociales circularon una serie de mensajes, supuestamente del CJNG, que advertían una emboscada en contra del funcionario.
“Comunicado gente tacambaro no salgan. Si no quiere morir gente inocente. Vamos por presidente artemio y esposa y tesorero y esposa (sic.)” decía una de las advertencias publicadas desde un perfil anónimo.
De acuerdo con las versiones preliminares, los operativos del grupo criminal habrían iniciado con un atentado en contra de Ricardo Moriya Sánchez, uno de los hermanos del alcalde.
Teniéndolo a él como blanco, los supuestos sicarios desataron una balacera a las afueras de un establecimiento comercial, ubicado en la colonia Centro de Tacámbaro.
Cabe señalar que Yoshio Moriya, hijo de Ricardo y sobrino del presidente municipal, fue asesinado a tiros el 29 de julio en un atentado directo.
El saldo de dicho ataque, según datos confirmados por la Fiscalía del estado, fue de cinco personas muertas, identificadas como Usvaldo Guadalupe “S” (policía municipal), Felipe “O”, Roberto “O”, Griselda “A” y Marco Antonio “V”, todos ellos habitantes de Tacámbaro.
Asimismo, resultaron lesionados los policías Juan “D” y Víctor “E”, al igual que Ricardo “N”, quienes fueron trasladados a distintos centros médicos para su observación.
Información extraoficial compartida por Quadratín señaló que Griselda, una de las víctimas mortales del ataque, era una mujer que buscaba a su hijo Diego Yahir, un joven de 16 años reportado como desaparecido desde el 1 de septiembre.
La última publicación de Griselda en redes sociales ocurrió el 18 de octubre, cuando compartió la cédula de búsqueda de Diego y pidió a sus contactos que no dejaran de difundir la imagen, de manera que el muchacho pudiera regresar a casa.