Ceci Flores denuncia falta de apoyo gubernamental y arma colecta para búsqueda especial de su hijo

A casi ocho años de la desaparición de su hijo Alejandro Guadalupe, la líder del Colectivo Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Flores, alista una búsqueda especial de tres días en Los Mochis, Sinaloa, con la esperanza de encontrar a su primogénito, sin embargo, ante la falta de apoyo del Gobierno Federal la activista ha organizado una colecta.

“Nos vemos en la necesidad de solicitar el apoyo de la ciudadanía para seguir adelante con nuestras búsquedas a no contar con apoyos del gobierno federal y ante la necesidad que tenemos de buscar a nuestros hijos y traerlos de vuelta a casa de donde nunca debieron salir”, publicó Flores Armenta a través de su cuenta de X (@CeciPatriciaF).

La madre buscadora precisó que la operación especial para Alejandro Guadalupe Islas Flores se realizará del 30 de octubre al 1 de noviembre en la misma localidad en donde desapareció. La búsqueda la realizará en compañía de otros colectivos, por lo que dijo que no tienen los suficientes recursos para gasolina, alimento y hospedaje.

“[...] esperando que en ese día yo pueda recuperar esa paz que alguien se llevó al llevarse a mi hijo, 30 de octubre, el día que perdí mi vida al perder a mi hijo, y me vi en la necesidad de seguir viviendo y seguir luchando con la esperanza de encontrarlo y que un día vuelva a casa”, añadió Ceci Flores.

Finalmente, Ceci Flores agradeció a los ciudadanos que han estado pendientes de las madres buscadoras y han llegado a brindarles acompañamiento y apoyo con recursos económicos para seguir adelante con su lucha.

Cecilia Patricia Flores Armenta fundó en el 2019 el Colectivo Madres Buscadoras de Sonora, grupo que ha logrado encontrar más de mil 500 restos humanos en fosas clandestinas de diferentes partes del país. Su labor la ha llevado a ser reconocida como una de las 100 mujeres más influyentes en la revista Forbes en el 2022.

La desaparición de sus hijos la llevaron a dejar la vida que llevaba y cambiarla por picos y palos, desde entonces se ha dedicado a recorrer el territorio mexicano con la esperanza de poder abrazar sus restos y darles sepultura.

Debido a sus hallazgos, el colectivo Madres Buscadoras de Sonora ha recibido notoriedad y en sus búsquedas han llegado a participar alrededor de 600 personas, sin embargo, su labor también se ha visto impedida con amenazas que constantemente reciben de grupos del crimen organizado.

Recientemente Flores Armenta denunció a través de sus redes sociales que desde hace varios días se han intensificado las amenazas en su contra, por lo que ha exigido a las autoridades mexicanas que hagan su trabajo y den con el paradero de la persona que está detrás de dichos actos en su contra.

Según narró la propia activista a través de un video compartido en sus cuentas, desde hace un par de días le han estados enviando fotografías y videos en WhatsApp de gente asesinada, a lo que aseveró: “No represento ni yo, ni los buscadores, un peligro. Por favor, no me pidan dejar de buscar, son mis hijos y una madre jamás los dejará solos”.

Flores ―quien recientemente viajó a Estados Unidos por un evento al que fue invitada― aseveró que está siendo torturada psicológicamente a tal grado que ya no puede dormir.

“Me están amenazando continuamente, me están mandando imágenes terribles de todo lo que me pueden hacer; alguien está ordenando que me quiten la vida, a alguien le está estorbando mi presencia y lo que estoy haciendo, por lo cual les pido a las autoridades que en verdad espero que hagan su trabajo e investiguen, les he dado toda la información de las amenazas que he recibido”, instó.

Ante este escenario, urgió a las autoridades a que hagan su trabajo y no esperen a que la asesinen para hablar sobre su caso, pues dijo que “yo no quiero ser una más de las madres que han perdido la vida por buscar a sus hijos”.

Aunque ha dicho desconocer si estos mensajes intimidatorios provienen de cárteles del narcotráfico o de las autoridades, la mujer se ha mantenido firme en la búsqueda de sus dos hijos, Alejandro y Marco, quienes fueron secuestrados por hombres armados en 2015 y 2019, respectivamente.

Las agresiones en su contra la han llevado a formar parte del mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas que otorga el Gobierno Federal.