Su orígenes se remontan hasta antes del cambio de milenio, pero fue en la primera década del 2000 cuando enfrentaron sus batallas más importantes y se consolidaron como un brazo armado del Cártel de Sinaloa, con el objetivo de cuidar a uno de sus líderes, Joaquín El Chapo Guzmán. Por eso, hoy el grupo criminal Gente Nueva responde a Los Chapitos.
Con Gente Nueva, el Cártel de Sinaloa logró arrebatar el control del corredor El Paso-Juarez (entre Texas y Chihuahua) a “La Línea”, uno de los principales brazos armados del Cártel de Juárez.
Gracias a esas batallas ganadas, el Cártel de Sinaloa logró trazar una ruta de tráfico de drogas desde California, Estados Unidos, hasta Colombia, atravesando todo el territorio mexicano y conectando a Chiapas con el país sudamericano a través del océano pacífico.
Peso a pesar de su importancia histórica y su relación con la familia del Chapo Guzmán, Gente Nueva adquirió una notoriedad importante tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, cuyo asesino se identificó como José Noriel Portillo, alias “El Chueco”.
Considerado como líder de Gente Nueva, “El Chueco” fue perseguido por las autoridades mexicanas hasta que en marzo de 2023 el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó su deceso.
También conocidos como “Los Chapos” -por su cercanía con la Familia de Guzmán Loera-, Gente Nueva mantuvo sus operaciones en la región bajo el mando de Melquíades D. M, alias “El Chapo Calín”, quien tomó el control de la organización tras la fuga y posterior muerte del “Chueco”.
Sin embargo, el pasado 17 de septiembre se registró un enfrentamiento entre La Línea y Gente Nueva en el municipio de Guachochi, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua; el enfrentamiento dejó ocho personas muertas, entre ellas “El Chapo Calín”.
Del Ejército al Cártel de Sinaloa
De acuerdos con las investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Gente Nueva se formó con exintegrantes de las Fuerzas Armadas que desertaron para unirse al crimen organizado.
Es hasta el año de 1995 donde se tiene el primer reporte de sus actividades delictivas; aunque años después apareció el primer mensaje firmada por Gente Nueva; lo dejaron junto a dos cadáveres de presuntos miembros de “Los Zetas”, el famoso brazo armado del Cártel del Golfo.
“El Flaco” fue su primer líder y bajo sus órdenes Gente Nueva se encargó de proteger al narcotraficante más buscado después de su fuga del penal de Puente Grande, Jalisco en enero de 2001.
El Ejército personal del Chapo Guzmán
Las autoridades mexicanas han estimado el poder de Gente Nueva en al menos 5 mil integrantes, los cuales suelen aparecer con vestimentas militares y sosteniendo armas de grueso calibre.
Según información de InSight Crime, con la intención de desplazar a “Los Chapitos” de Chihuahua, el Cártel de Caborca firmó una tregua con La Línea para atacar juntos a Gente Nueva y Los Salazar, pacto que se habría firmado durante la estadía de Rafael Caro Quintero en prisión.
Ahora con el Chapo Guzmán en prisión y con “Los Chapitos” fuera del control del Mayo Zambada, los brazos armados fieles a Guzmán Loera también se encargan de los otros negocios familiares, entre ellos, la venta de alcohol, cobro de piso, lavado de dinero, tráfico de personas y extorsión a productores agrícolas.
Según información del medio DW (Alemania), productores de nuez en Chihuahua han denunciado amenazas de parte de grupos delictivos vinculados a la familia del Chapo Guzmán (Gente Nueva); además la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, relacionó a 13 empresas con “Los Chapitos” y sus brazos armados; cuyas operaciones se centran en el “Triángulo Dorado”, en los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango.