Día de Muertos 2023: éstos son los Pueblos Mágicos cercanos a la CDMX para visitar durante esta celebración

A menos de un mes de la celebración del Día de Muertos, una de las tradiciones mexicanas más reconocidas y queridas por miles de mexicanos, en este espacio digital nombraremos algunos pueblitos de la Ciudad de México que son ideales para conocer durante esta temporada.

Y es que el Día de Muertos, que se conmemora el 1 y 2 de noviembre es una de las fechas más importantes para miles de ciudadanos, quienes se esmeran por colocar las mejores ofrendas, arreglar sus tumbas o realizar eventos conmemorativos y afines a la ocasión.

Será necesario recordar que el 1 de noviembre está dedicada a los ”muertos chiquitos” o niños que ya perecieron. Mientras que el 2 se dedica a los “fieles difuntos” o fallecidos adultos.

Chignahuapan, Puebla

Este bonito Pueblo Mágico, situado en el estado de Puebla, ofrecerá una serie de aventuras y grandes espectáculos alusivos al festejo de los seres queridos. En este lugar se lleva a cabo el denominado Festival de la Luz  y la Vida.

Con la frase “el camino al Mictlan empieza aquí”, los organizadores de este evento invitan a los interesados a participar, apartar con anticipación su ingreso a este festival que será el día viernes 27 y sábado 28 de octubre del presente año.

Durante su estancia podrá apreciar la mega ofrenda, fuegos artificiales, míticos tapetes de aserrín, degustar algunos platillos de ocasión, apreciar bailes típicos o participar en concursos.

Para participar, podrá comprar sus boletos por internet en el siguiente enlace. Aquí, donde los costos de los boletos van de los 300 a los más de mil 200 pesos.

Malinalco, Estado de México

Se trata de un pueblito ancestral de calles empedradas, abundante vegetación y casas coloridas que dan una hermosa vista al lugar. Situado en el Estado de México, este lugarcito también se considera uno de los sitios más cercanos a la Ciudad.

De acuerdo con datos de la región, en el valle de Malinalco, durante la época prehispánica, cuando alguien moría su viaje era acompañado con pequeñas flores amarillas, adornando su tumba, como mirando al sol, atrapando el calor entre sus pétalos; tonalxóchitl era el nombre de la flor.

Por ello, los residentes y visitantes suelen deleitarse con monumentales ofrendas florales, que generalmente son dedicadas a los “muertos nuevos”, es decir, aquellos difuntos que partieron durante el año.

Los residentes abren sus puertas a todo el público desde los últimos días de octubre y los primeros dos de noviembre para colocar ofrendas con platillos, dulces, bebidas, entre otros. El acceso es libre y gratuito a todos, los visitantes pueden entregar velas largas a los anfitriones para poder colocarlas en los altares.