Isabel Moctezuma, cuyo nombre de nacimiento era Tecuichpotzin, fue la primogénita de Moctezuma II, quien habría muerto a manos de su propio pueblo. Debido a que la llamada “princesa” de Tenochtitlán fue una de las únicas sobrevivientes de la familia del tlatoani, quiso plasmar en su última voluntad el legado de su padre.
Por esto, en 1550 Isabel, a sus aproximados 45 años, escribió su testamento. Los ejecutores fueron Juan Altamirano, Andrés de Tapia y Alonso de Bazán, su responsabilidad era que se cumplieran las palabras de la hija del emperador al pie de la letra.
El propósito que tenía la princesa era que se reconociera la importancia de su linaje, de los indígenas y del territorio que alguna vez le perteneció a los mexicas.
Por ende, en el primer punto del documento, otorgó la libertad a los esclavos e indígenas naturales de la tierra que le correspondía a ella, es decir, de Tlacopan (que hoy es Tacuba). También exigía que los criados recibieran su salario.
Entre las cosas que heredó, dejó todas sus joyas, su ropa e incluso sus alfombras a sus hijas Isabel y Catalina, a quienes también les dejó un tercio de sus bienes.
Tacuba -a excepción de los pueblos de Cuyoacaque, Capuluaque, Cuapanoata y Tebexuca- lo dejó a Juan de Andrade, quien fue uno de los hijos que tuvo con Pedro Gallego de Andrade. Las localidades de Tacuba que no fueron para Juan, fueron heredados a Gonzalo, también uno de sus hijos.
En caso de que Juan y Gonzalo no tuvieran hijos legítimos, quienes resultarían herederos de esas tierras serían sus otros hijos, Pedro y Juan Cano.
Isabel no mencionó en su testamento a Leonor, la hija que tuvo con Hernán Cortés, por lo que con lo que sobró del legado de la princesa, pagaron su entierro y le dejaron lo que quedó a Leonor, esto de una quinta parte de toda la herencia.
Cabe recordar que, según se registró, Tecuichpotzin rechazó a su hija por ser ilegítima e hija de Cortés.
El documento fue recuperado por Raquel Sagaón Infante y se puede consultar en la biblioteca Jurídica Virtual de la Universidad Nacional de México.
Por haber sido el testamento de la última hija de Moctezuma y que ella era quien tenía los beneficios e ingresos de Tacuba, este documento fue parte fundamental para que el legado fuera pasando de generación en generación, pero causó un conflicto legal.
¿Qué fue de Tecuichpotzin, Isabel Moctezuma, a la muerte del tlatoani?
El motivo por el que Tecuichpotzin logró ser sobreviviente de la conquista española a pesar de ser hija de Moctezuma fue que, ya que Hernán Cortés reconoció la importancia de su familia, ella se fue casando con diferentes hombres para continuar con su legado y, asimismo, Hernán Cortés la obligó a contraer nupcias con los hombres que él decidía.
Hernán Cortés, además de cambiarle el nombre y obligarla a ser esposa de los hombres que a él le convenía, le concedió a Isabel la encomienda de Tlacopan como dote para que se casara con Alonso de Grado, uno de sus cinco esposos.
Debido a esto, Isabel murió en 1550, siendo una mujer con un estatus económico alto, reconocida por la sociedad y respetada tanto por su linaje y sus vínculos.
¿Quiénes fueron los esposos de Isabel Moctezuma?
La primera vez que se casó Tecuichpotzin fue a los 11 años, con su tío Cuitláhuac. A la muerte de él, la casaron con su primo, Cuauhtémoc, pero ya que él también murió, volvió a contraer nupcias.
Alonso de Grado, conquistador y regidor de Veracruz, fue el tercer esposo de Isabel; a su muerte, Hernán planeó su siguiente matrimonio, el cual fue con Pedro Gallego Moctezuma.
El último esposo de Isabel fue Juan Cano, quien también fue conquistador y quería que se reconocieran los derechos naturales de su esposa, pero no lo logró.