Isabel Madow evitó hablar del presunto vínculo con Arturo Beltrán Leyva

La periodista Anabel Hernández puso bajo los reflectores a distintos personajes del mundo del entretenimiento en México, principalmente, entre ellos Sergio Mayer, Galilea Montijo, pero también a la modelo Isabel Madow quien fue vinculada con el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva.

Gran cantidad de los nombres que se mencionan en el nuevo libro de la investigadora han salido para tratar de desmentir lo que se dice en el texto que publicó. Pero otros más, como lo es el caso de quien fuera colaboradora del conductor Brozo en uno de sus espacios informativos, decidieron no hablar del tema.

Pero no sólo eso, sino que Isabel Madow ni siquiera hizo referencia directa hacia las acusaciones que la señalan como una de las mujeres que estuvo en presencia del integrante del Cartel de los Beltrán Leyva. Ella decidió no hacer mención sobre si era verdad lo que Anabel Hernández mencionó en su nuevo texto.

Pero tampoco descartó los señalamientos que la vinculan, por lo menos en una ocasión, con el narcotraficante, hecho que avivó la creencia de que en realidad sí fue solicitada por el líder criminal quien presuntamente le ofreció una oportunidad laboral cuando gozaba de gran popularidad.

Isabel Madow argumentó que necesitaba ir por su hijo a la escuela como pretexto para no conceder palabra alguna a los distintos medios de comunicación que la buscaron para que pudiera dar una declaración sobre su presunto vínculo con el crimen organizado en México, pero no fue así y sólo se la pasó preguntando sobre si sabían en que sitio podía abordar un taxi.

Ni siquiera tuvo el tiempo de responder si la pregunta le molestaba o no, por lo que prefirió irse del lugar sin otorgar ninguna declaración sobre las acusaciones que recaen en su contra y que la colocan bajo los reflectores.

De acuerdo con la más reciente publicación de Anabel Hernández, Isabel Madow tuvo su aparición en la historia de Arturo Beltrán Leyva cuando fue contactada por personas cercanas al narcotraficante para ofrecerle una oferta de trabajo relacionada con uno de los negocios que tenía el capo de la droga.

En el libro la periodista hace referencia a una mujer que se llama Celeste, a quien entrevistó y que asegura ser expareja del criminal. Ella contó que una ocasión fue a visitar a la modelo para “invitarla” a trabajar con la organización criminal dentro de un spa que buscaban promover.

El negocio se encontraba cercano a las instalaciones de Televisa San Ángel, describió la mujer, y buscaban que fuera un “gancho” de mujeres del espectáculo que se encontraran trabajando en esta empresa de telecomunicaciones.

Celeste detalló que se trataba de pagarles una cuantiosa cantidad de dinero para llevarlas al spa, pero que todo resultaría en un engaño pues era la forma en que las acercarían al mundo del narcotráfico al conocer en persona al propio Arturo Beltrán Leyva.

Ella afirmó que sí concretó la cita con Isabel Madow y se reunieron en un restaurante de la Ciudad de México; sin embargo, no llegaron a ningún trato y se despidieron. Fue la modelo quien decidió no concretar y se retiró del lugar sin buscar ningún tipo de acuerdo con el delincuente.

La propia Anabel Hernández recopiló información donde sus fuentes declararon que Arturo Beltrán Leyva buscó a Isabel Madow en múltiples ocasiones de manera insistente, pero nunca más volvió a reunirse con la modelo, finalizando así cualquier tipo de vínculo que pudiera tener con el capo de la droga.