Un artículo de opinión llamado ¿Por qué México ofrece a Rusia un refugio seguro para sus espías?, escrito por la periodista independiente Dolia Estévez, señala que México recibe una marea de enérgicas medidas occidentales contra el espionaje ruso.
La periodista, en su texto, señala que 600 presuntos espías han sido expulsados de las embajadas rusas en Europa desde que inició la Guerra entre el país gobernado por Vladimir Putin y Ucrania, en febrero de 2022, sin embargo, en México, en los últimos meses, el gobierno ha autorizado a 37 nuevos diplomáticos acceder a la embajada rusa en la Ciudad de México, además de los 49 ya que se encontraban en el país.
Esto da un total de 86 diplomáticos de Rusia en México, según el Directorio de Misiones Extranjeras del Ministerio de Relaciones Exteriores, que habría obtenido la periodista.
En la Ciudad de México, Rusia tiene en la actualidad el contingente diplomático más grande que cualquier otra legación, incluyendo a la Embajada de los Estados Unidos, que cuenta con 46 diplomáticos, sin incluir el personal diplomático en sus nueve consulados en todo México.
La periodista explica que el aumento del 60% en los meses posteriores a la invasión no tiene justificación diplomática alguna para ninguno de los dos países (México y Rusia). Esto, considerando su relación tradicionalmente de bajo nivel.
“El comercio entre México y Rusia equivale a un día de negocios entre México y Estados Unidos. Pero ofrece algo más de gran valor para Moscú: una plataforma para el espionaje contra el gigante del norte. Lo que México obtenga de esto es otra cuestión”, puede leerse en el texto de Dolia Estévez.
Señala que no es ningún secreto que Rusia ha utilizado a sus diplomáticos para espiar a Estados Unidos y que la embajada de Rusia en la Ciudad de México, un imponente complejo amurallado en el corazón de la capital con grandes antenas parabólicas en el techo, tiene esa reputación desde hace varias décadas, siendo un refugio seguro para el espionaje, más en tiempos de guerra.
“Durante el apogeo de la Guerra Fría, la inteligencia estadounidense estimó que al menos 150 oficiales de la KGB trabajaban en México al amparo de diplomáticos, empleados, conductores y periodistas”, concluye el texto de opinión.