Los temblores pueden causar daños a edificios, infraestructuras y, en casos extremos, pueden poner en riesgo vidas humanas. Por esta razón, es importante contar con planes de preparación y respuesta para terremotos, especialmente en áreas propensas a la actividad sísmica.
Además, la investigación sísmica y la monitorización constante de las zonas de riesgo son esenciales para comprender mejor estos fenómenos y tomar medidas de precaución adecuadas. Las autoridades mexicanas señalan que los peligros naturales que afectan a las carreteras y puentes incluyen:
- Inundaciones
- Olas de calor
- Huracanes
- Deslizamientos de tierra
- Tornados
- Tsunamis,
- Volcanes,
- Incendios forestales
- Tormentas de invierno
- Terremotos.
En el caso de los sismos, son un fenómeno natural absolutamente impredecible para el conocimiento y la ciencia humana.
¿Qué hacer cuándo vas en tu auto y empieza a temblar?
En zonas urbanas, así como en carreteras y autopistas del país, de acuerdo al registro mensual del INEGI 2019-2021, son aproximadamente 48 millones de vehículos automotores de todo tipo cuentan con capacidad para circular, por lo cual la importancia de conocer el actuar ante un sismo cuando se esta manejando.
- Disminuye paulatinamente la velocidad.
- Enciende tus luces intermitentes.
- Detente en un lugar seguro, evita zonas de derrumbe como: debajo de un puente, un árbol o estructuras en riesgo de colapsar como los anuncios espectaculares.
- Permanece dentro de tu auto, retira el cinturón de seguridad por si es necesario abandonar el vehículo. En caso de no ser indispensable, mantente al interior para evitar ser alcanzado por algún objeto que se desprenda a causa del sismo. Opta por la posición fetal.
- Una vez concluido el sismo, continúa el camino circulando con precaución, pues a lo largo del trayecto podrías encontrar grietas, derrumbes o vehículos accidentados.
Las autoridades federales han señalado que al circular por zonas urbanas se debe evitar quedarse a la sombra de edificios superiores a los 5 pisos, ya que puede haber el riesgo de la vulnerabilidad de los distintos edificios ante sismos de fuerte intensidad.
Cabe recordar que en el país, la alta sismicidad se debe a su ubicación con el “Cinturón de Fuego,” una región con intensa actividad de subducción tectónica. Esta situación resulta en alrededor de 3 mil 500 movimientos telúricos anuales en el país, señalan las autoridades mexicanas.
Por lo cual, la vulnerabilidad sísmica de México y la necesidad de una preparación adecuada para mitigar el riesgo en la población es importante. La prevención, construcción resistente y educación pública son cruciales para proteger vidas y propiedades.