Este 13 de septiembre, Emma Coronel Aispuro —esposa del “Chapo” Guzmán— recuperó su libertad luego de haber sido juzgada y encarcelada en Estados Unidos por su participación en delitos relacionados con las actividades del Cártel de Sinaloa.
La modelo y exreina de belleza, pese a haber colaborado en la red de tráfico de drogas y lavado de dinero de dicho grupo criminal, estuvo privada de su libertad por poco menos de tres años. Sin embargo, algunos de sus familiares —también involucrados con el cártel— no han corrido con la misma suerte.
Inés Omar Coronel Aispuro, hermano mayor de Emma, se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 13 en el estado de Oaxaca, a donde fue ingresado después de su captura la mañana del 30 de abril de 2013.
Fue detenido junto con su padre, Inés Coronel Barreras, en un operativo de la Policía Federal en Agua Prieta, Sonora. Según el recuento de la Secretaría de Gobernación (Segob), el hermano y el padre de Emma Coronel fueron ubicados en una casa utilizada por el grupo criminal para coordinar el tráfico de drogas por los municipios de San Luis Río Colorado, Cananea y Agua Prieta.
Ambos familiares fueron detenidos “sin que se realizara un solo disparo” y les fue asegurada una bodega, dos vehículos, cuatro armas largas, una corta, cargadores, cartuchos y aproximadamente 255 kilos de marihuana.
Para ese entonces, Coronel Barreras ya se había posicionado como un objetivo prioritario para el gobierno por su participación en la producción de marihuana en la sierra de Durango. En abril de 2017, Coronel Barreras y su hijo fueron sentenciados a 10 años de prisión.
El hermano de Emma Coronel que fue capturado gracias a un chango
Quien también estuvo íntimamente involucrado en las operaciones del Cártel de Sinaloa fue Édgar Coronel Aispuro, hermano menor de Emma.
Según las investigaciones de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), Édgar fue el encargado de supervisar la construcción y operación del túnel por el que se fugó “El Chapo” del penal del Altiplano en Almoloya de Juárez el 11 de julio de 2015.
Acorde con las declaraciones ministeriales, Édgar recibió al “Chapo” a su salida de la prisión y lo llevó a una pista aérea en Querétaro. Desde ahí, tomaron una avioneta con destino a Villa Adolfo López Mateos, en Culiacán.
Además, cuando se obtuvo la orden de formal prisión en su contra, la PGR lo acusó de delitos contra la salud, en la modalidad de posesión de clorhidrato de cocaína con fines de comercio, así como por portación de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
El más joven de los varones que ostentan los apellidos Coronel Aispuro fue capturado el 28 de octubre de 2015 en Sinaloa a bordo de un Mustang rojo mientras, en compañía de Héctor Carrasco Ruiz, trasladaba al chango llamado “Botas” que era la mascota de las hijas del “Chapo”.
Los trabajos de inteligencia de la PGR indicaron que Édgar decidió viajar por tierra con el animal debido a que las autoridades sanitarias le negaron un permiso para trasladarlo vía aérea.
Por su participación en los diversos delitos, Édgar Coronel fue ingresado al Cefereso No. 1 del Altiplano, de donde ayudó a fugarse al “Chapo”. Hasta la presente publicación, no existen versiones oficiales que establezcan si ya se ha dictado una condena en su contra.
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