María Raquenel Portillo, también conocida como “Mary Boquitas”, estrenó la segunda temporada de su podcast En Boca Cerrada. La cantante continuó su historia recordando los crudos momentos que vivió con Gloria Trevi, las hermanas De La Cuesta, Karina Yapor y otras mujeres a manos de Sergio Andrade en España.
Lo que más llamó la atención en su relato fueron los crueles castigos y las abismales diferencias que el productor musical habría impuesto sobre “sus artistas” cuando se refugiaron en aquel país ante el inminente escándalo que desató Aline Hernández con su libro: La gloria por el infierno. Según Mary Boquitas, tanto ella como las demás chicas solían quedarse en lugares diferentes a manera de precaución, pues Sergio Andrade no quería llamar la atención.
“Además de repartirnos siempre en dos o tres viviendas, Sergio tenía la costumbre de mandarnos a visitar a nuestras familias cada cierto tiempo para que no lo culparan de raptarnos o desaparecernos (...) Tan sólo en ese año de 1997 y parte de 1998 acumulé más de 40 vuelos internacionales yendo y viniendo cumpliendo los recados de Sergio como fiel mensajera”.
Aunque Raquenel procuraba cumplir todos los “deseos” del productor, no logró evitar sus despiadados castigos que ella misma calificó en su podcast como crueles y maniáticos.
“Todo parecía una película que se proyectaba frente a mí. Invisibles, caminábamos junto a Sergio sin probar absolutamente nada de ese fascinante mundo. Llegamos incluso a tomar un vuelo a la isla de Mallorca y ni ahí se nos permitió meter los pies en el agua”, recordó.
El control que Sergio Andrade ejercía sobre las entonces adolescentes y jóvenes era tan fuerte que ellas no se oponían a casi nada. De acuerdo con el testimonio de Raquenel, en algún momento casi todas deambularon por las calles pidiendo limosna por petición del productor.
“El dinero era su obsesión. Yo no comprendía por qué si contaba con miles de dólares. Tan sólo entre los meses de julio y septiembre me obligó a viajar varias veces a México a cobrar cheques, cambiarlos por dinero en efectivo (...) de 9 mil en 9 mil le traje suficiente para vivir con soltura por varios meses”, contó.
Con todo ese dinero Sergio Andrade rentó un departamento en Burgos, un municipio de España que se caracteriza por sus bajas temperaturas. Fue en ese lugar donde Raquenel pasó varias noches luchando contra el frío y más.
“Sergio me puso a dormir en el suelo sin ropa ni cobija. No recuerdo por qué fue ese castigo que no me levantaría en meses (...) Al hambre, el piso frío, las noches y la confusión se unieron las instrucciones cada vez más estrictas (...) la lluvia de patadas me cayó en el vientre y la vagina, nunca me había dado tan duro y las punzadas de dolor me paralizaban todo el cuerpo”.
Pero eso no fue todo, Andrade también hacía que todas mantuvieran impecables las casas donde vivían e hicieron fuertes rutinas de ejercicio para mantenerlas cansadas. Asimismo, controlaba su consumo de alimentos.
Raquenel recordó que en aquel entonces Sergio entró en una profunda depresión por todo, pero en especial por el embarazo de Katia (tenía 14 años).
“Al menos se le veía ilusionado con la idea de añadir otra niña a nuestra peculiar familia, ilusión que se desvaneció cuando nació Francisco Ariel el 12 de diciembre de 1997 en un hospital madrileño”, comentó.
El productor nunca habría mencionado abiertamente su interés por tener una hija, sin embargo, Raquenel piensa sólo quería mujeres para sumarlas a su red.
“Era raro que solamente quisiera hijas mujeres, entonces claro que lo podía pensar porque era su modus vivendi, es pura mujer porque en algún momento van a ser mías”, agregó.