La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha enviado solicitudes al Gobierno de México para que les entreguen muestras de las drogas que han sido aseguradas en el país. Sin embargo, las respuestas obtenidas por la agencia estadounidense han sido negativas.
Las peticiones, dirigidas a la Fiscalía General de la República (FGR), tienen como objetivo analizar en laboratorios especializados de Estados Unidos (EEUU) las sustancias ilícitas que entran a México, como metanfetamina, cocaína y fentanilo. Esto con el fin de determinar qué tipo de precursores químicos son usados en su elaboración, la ruta que siguen y los países que los exportan.
Ya sea mediante correos electrónicos o notas diplomáticas, la DEA ha buscado la cooperación de la FGR para la entrega de dichas muestras. No obstante, las autoridades mexicanas no le han permitido el acceso a las drogas que han sido incautadas en territorio nacional, según confirmaron agentes del país vecino a Milenio.
Lo anterior tendría que ver con un supuesto bloqueo impuesto a la DEA desde que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018. Por ello, las drogas aseguradas en tierras aztecas no han podido ser analizadas en EEUU.
Un oficial del Gobierno de Joe Biden —cuya identidad se mantuvo bajo reserva— comentó al medio citado que lo único que buscan con el análisis de los enervantes es combatir el problema de salud pública que se vive en EEUU, por lo que aseguró que no piden nada a cambio.
Pese a la negativa de México, las autoridades del país vecino han mostrado su disposición para cooperar en la lucha contra las drogas, toda vez que se trata de un asunto regional que afecta a ambos países.
En los últimos cuatro años (de diciembre de 2018 a julio de 2023), fuerzas federales decomisaron más de 7 mil 500 kilos de fentanilo, 293 toneladas de metanfetamina y 158 toneladas de cocaína en México, según datos presentados en el Quinto Informe de Gobierno.
Pero la droga que EEUU tiene bajo la mira es el fentanilo principalmente, un opioide sintético que puede ser hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. El consumo de esta sustancia ha provocado una ola de sobredosis entre ciudadanos estadounidenses, debido a su alto grado de adicción y letalidad.
En México, las organizaciones criminales que se dedican al tráfico de fentanilo son el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Es por ello que la DEA tiene entre su lista de los fugitivos más buscados a los líderes de ambas agrupaciones, como Iván Archivaldo Guzmán y Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Aunque la DEA no ha podido analizar el fentanilo asegurado en territorio mexicano, en sus informes se indica que los precursores químicos empleados en la fabricación de dicho opioide son enviados desde China. Incluso, el presidente López Obrador envió una carta al presidente Xi Jinping en el mes de abril para solicitar más control en el tráfico de esta sustancia.
En tanto, los aseguramientos de drogas sintéticas siguen en México. El más reciente ocurrió a principios de septiembre en una carretera de Ahome, Sinaloa, donde agentes federales decomisaron cerca de 2 millones 600 mil pastillas de fentanilo.