Es difícil predecir exactamente lo que le depara el futuro a una región o país en particular en lo que respecta a la transformación digital, pero los países latinoamericanos definitivamente están avanzando a pasos agigantados en esta área. Muchas organizaciones en América Latina han reconocido que implementar tecnología ayuda a mejorar los procesos comerciales y aumentar la eficiencia. Como ejemplo de este desarrollo podemos ver el creciente surgimiento de startups fintech que se ha tenido en la región del 2018 a 2023: datos recopilados por Statista sugieren un incremento de más del doble de estos emprendimientos en el periodo.
Sin embargo, la implementación de la tecnología es uno de los muchos elementos que una organización o Gobierno debe considerar para llegar a una transformación digital integral y exitosa; también el desarrollo de competencias y habilidades por parte de los colaboradores o personas involucradas se vuelve vital. Por ejemplo, la UNESCO ha declarado que “para construir conocimientos en cualquier campo del saber, las personas necesitan competencias fundamentales, basadas en el pensamiento crítico, en la capacidad para analizar, evaluar, argumentar, decidir y comunicar”.
Lo anterior implica desarrollar habilidades digitales que, según la propia UNESCO, se entienden como “la suma de conocimientos, capacidades, destrezas, actitudes y estrategias que se requieren para el uso de las tecnologías e Internet”. Incluso, define algunas habilidades digitales como “instrumentales” y las señala como las más frecuentes y demandadas, que son: la generación y el uso del correo electrónico, la utilización de planillas y hojas de cálculo, la realización de presentaciones digitales, la descarga e instalación de aplicaciones, la creación de videos y contenidos digitales y el uso de redes sociales para compartir textos e imágenes.
Con estas competencias y habilidades se pueden enfrentar mejor los diferentes dilemas que genera el uso de Internet: la construcción de la huella y la identidad digital, el big data y el uso de la información personal, el funcionamiento de algoritmos, la búsqueda y selección de información confiable, el significado de la creación y la participación online, así como los usos del lenguaje digital.
Con base en las tendencias actuales, todo apunta a que la transformación digital continúe creciendo rápidamente en América Latina durante los próximos años, en gran parte debido a la participación de toda la sociedad en sus diferentes roles. La mayoría tanto de los Gobiernos como de las empresas del sector privado están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de sus capacidades técnicas, lo que debería conducir a un mayor progreso en términos de desarrollo económico y calidad de vida para los ciudadanos en general.
Sin embargo, lograr la adopción generalizada de tecnologías avanzadas como inteligencia artificial (IA) o internet de las cosas (IoT) sigue siendo un desafío debido a varias limitaciones relacionadas con la accesibilidad de la infraestructura, la falta de más trabajadores calificados y otras barreras de entrada.
Por ejemplo, según el International Data Corporation (IDC), en su estudio sobre madurez digital, la mayoría de las empresas están en una etapa de exploración (digital explorer o exploradores), lo que significa que, si bien el negocio está ya habilitado digitalmente, aún presenta áreas de oportunidad, como la integración digital de productos y experiencia del cliente.
Por otro lado, un reporte reciente del mismo IDC señala que se espera que el gasto en TI en América Latina supere el crecimiento del PIB en 2023. Esta visión se basa en la creciente adopción de tecnología en varias industrias de la región. También, el mismo reporte establece que se proyecta que el mercado de TI en América Latina alcance los USD 77,000 millones en este 2023, con una tasa de crecimiento anual compuesta de 5.1%.
Otro impulsor clave del gasto en TI en América Latina es la creciente adopción de IA, que para el 2023 deberá alcanzar los USD 1,200 millones. Este crecimiento está impulsado por el uso cada vez mayor de IA en diversas industrias de la región. También del IoT se espera que desempeñe un papel importante en el impulso del gasto en TI en América Latina: IDC anticipa que su mercado alcanzará los USD 4,500 millones para 2023.
Por lo anterior, hay la expectativa de que, en un futuro cercano y de manera uniforme, América Latina pueda superar los obstáculos que aún se tienen, y que Gobierno e iniciativa privada puedan seguir asumiendo un papel proactivo en el fomento de un entorno favorable para las nuevas empresas tecnológicas y las instituciones de investigación enfocadas en seguir el ritmo de los líderes mundiales en campos como el aprendizaje automático, la robótica, la aplicación del IoT y la investigación y desarrollo de software y hardware. En última instancia, el éxito de la transformación digital dependerá de equilibrar la innovación y desarrollo con el uso responsable de las nuevas tecnologías.
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