En la actualidad, el uso de tarjetas bancarias ha experimentado un crecimiento significativo en el ámbito financiero, facilitando transacciones y pagos en la vida cotidiana. A pesar de su comodidad, surgen interrogantes en torno a la inactividad de estas tarjetas y el tiempo máximo permitido sin fondos ni movimientos.
Con cerca de 155.6 millones de tarjetas de débito en circulación en el país, de acuerdo al Banco de México (Banxico), es crucial entender las implicaciones de la falta de uso. Por ello, es los usuarios requieren saber cuál es el período máximo permitido antes de que quede inactiva, las consecuencias de la falta de uso y las recomendadas para evitar situaciones adversas en la gestión financiera.
¿Cuánto es el tiempo máximo?
De acuerdo con expertos financieros, el plazo máximo para mantener una tarjeta de débito sin saldo es de tres meses. Esta medida busca garantizar la seguridad y la integridad de las cuentas bancarias. Incluso si la tarjeta cuenta con un saldo mínimo o considerable, si no registra ningún movimiento, como pagos, transferencias o retiros, durante 90 días, la cuenta quedará inactiva.
Es importante señalar que una cuenta se considera inactiva si transcurren tres años sin que haya tenido movimientos de depósitos o retiros. Aclarando que los cobros de comisiones por parte del banco no se consideran movimientos financieros en este contexto. En este punto, el monto depositado se traslada a la cuenta global, la cual genera intereses mensuales y no impone comisiones a sus titulares.
La responsabilidad del banco no termina aquí, ya que está obligado a notificar al domicilio registrado en la cuenta con 90 días de anticipación antes de que se cumplan los tres años de inactividad. Este aviso informa al titular que los recursos serán trasladados a la cuenta global. Sin embargo, durante este proceso, el monto depositado continúa siendo propiedad del titular de la cuenta.
¿Qué dice la Condusef?
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) establece que, con base en el artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito, los bancos tienen la obligación de enviar a la Beneficencia Pública los recursos de cuentas (ya sea de cheques, ahorro o inversiones) que no hayan registrado movimientos durante seis años.
En casos extremos, el banco podría aplicar comisiones debido a la falta de actividad, las cuales se descontarán del saldo disponible en la cuenta. Para evitar esta situación, se recomienda revisar periódicamente las tarjetas de débito y, en caso de inactividad, contactar a la entidad financiera correspondiente para aprovechar los fondos que permanecen congelados.
En última instancia, se aconseja cancelar las tarjetas de débito que no se utilizan, esto ayudará a prevenir saldos negativos y contribuirá a una gestión más eficiente de los recursos financieros en la vida diaria. Con el aumento de la digitalización financiera, mantenerse informado y activo en el uso de las tarjetas es esencial para evitar inconvenientes a largo plazo.