Lagos de Moreno: el pueblo mágico en disputa por el narco y con un historial imparable de desapariciones

Lagos de Moreno es un municipio que se anuncia a la ciudadanía como un destino turístico ideal para una “agradable estancia” debido a sus paisajes, espectáculos y arquitectura.

Sin embargo, desde que fue declarado como Pueblo Mágico el 16 de noviembre de 2012, sus atractivos han estado opacados por un lamentable historial de desapariciones múltiples.

La más reciente fue la de cinco jóvenes, cuya última ubicación conocida fue una finca en la colonia Orilla del Agua, al norte de la demarcación, en donde aparentemente habrían sido sometidos, maniatados y fotografiados.

Datos consultados por Infobae México —actualizados hasta la fecha de la presente publicación— refieren que desde que Lagos de Moreno recibió el nombramiento de Pueblo Mágico ha acumulado un total de 369 casos de personas desaparecidas y no localizadas, de las cuales 317 son hombres y 52 son mujeres.

Cabe aclarar que dicha cifra, publicada por el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), no contempla el caso de Uriel, Jaime, Diego, Dante y Roberto.

Tampoco incluye la desaparición de Arely Fernanda Torres Vega, una joven de 16 años de quien su familia no tiene noticias desde el 28 de abril de 2023.

Declaraciones de sus familiares retomadas por Proceso refieren que perdieron todo rastro de ella después de que un par de sujetos de identidad desconocida la sacaron del bar en donde trabajaba y la llevaron a su casa.

Luego de una inusual interacción con la joven y su familia, uno de los hombres la habría forzado a acompañarlo con la promesa de que iba a llevarla de nuevo a su trabajo. Sin embargo, esto jamás ocurrió.

Estos dolorosos hechos traen a la memoria la desaparición y ejecución de seis muchachos, quienes fueron secuestrados por miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) la madrugada del 7 de julio de 2013 en dos hechos distintos.

Ángel de Jesús, Eduardo Isaías, Daniel Armando, José Gerardo, Marco Antonio y Cristian Fabián fueron privados de su libertad porque, aparentemente, al entonces jefe de plaza del CJNG en Lagos de Moreno le habían robado mochilas con droga y efectivo. A manera de venganza, le ordenó a sus hombres que “levantaran” a todos los jóvenes que encontraran en las calles.

Los restos de tres de ellos fueron identificados el 3 de agosto de ese año y, poco después, las autoridades localizaron el resto de los cadáveres. Según las indagatorias, habían sido disueltos en ácido.

En 2013, la Comisión Nacional de Búsqueda registró un total de 14 desapariciones, estadística que tuvo un abrupto incremento para 2015, cuando se reportaron 60 casos.

Uno de ellos fue el de Carlos Adrián Romo López, quien fue visto por última vez en mayo de ese año. Según declaraciones de sus familiares, a él lo privaron de su libertad junto con otros seis jóvenes en la colonia San Miguel, la misma en donde habrían sido secuestrados Uriel y sus amigos el pasado 11 de agosto.

Entre los macabros hechos que han ensombrecido los atractivos de Lagos de Moreno se sitúa el hallazgo de 19 cadáveres en tres fosas clandestinas, ocurrido el 22 de octubre de 2018.

Vecinos de la comunidad de San Miguel de Buenavista alertaron a la Policía Municipal sobre un olor fétido proveniente de un predio en dicho lugar. Durante cuatro días, personal forense trabajó en el sitio y encontró los cuerpos de 16 hombres y tres mujeres, así como dos cráneos pertenecientes a víctimas no identificadas.

Estos casos son sólo una muestra del daño que Lagos de Moreno ha sufrido, entre otras cosas, por las disputas entre grupos criminales durante la última década.

Para entender el recrudecimiento de la violencia en este municipio es crucial considerar su posición geográfica, pues al ubicarse en la región de Los Altos, es un importante punto de conexión entre Jalisco y Guanajuato. Dicha cercanía resulta sumamente atractiva para las estructuras delictivas debido a que les da acceso a las rutas del llamado “Triángulo dorado del huachicol”.

Además el control de Lagos de Moreno permite una conexión directa con la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y con Puerto Vallarta, un centro turístico que se ha convertido en base de operaciones para el tráfico de drogas, lavado de dinero y extorsiones.

Según documentos de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el grupo con mayor poderío en la región de Los Altos y en todo el estado es el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que defiende su territorio con al menos ocho brazos armados.

Uno de ellos es el Grupo Élite Delictivo de Reacción Inmediata (GEDDRI), cuya principal misión es frenar los intentos del Cártel de Sinaloa (CDS) por asentarse en municipios aledaños a Lagos de Moreno, como Teocaltiche y Encarnación de Díaz.

A la pugna entre ambas organizaciones se agrega el conflicto que, desde diciembre de 2017, han mantenido el Cártel Nueva Plaza (CNP) y el CJNG por el control del centro de Jalisco, cuya estela de violencia se extiende a regiones aledañas como, por ejemplo, Los Altos.

De esta forma, Lagos de Moreno pasó de presumir una gran variedad de atractivos turísticos a ser escenario de constantes tragedias que se siguen contando por centenas.