Entre el PRI y Morena se disputarán las mesas directivas en el Senado y Cámara de Diputados

A partir del 1 de septiembre iniciará el nuevo periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, y con él también arrancará el tercer año y último año de la 65 Legislatura, donde se espera que Morena y el PRI se disputen las mesas directivas de la Cámara de Diputados y el Senado de la República.

Aunque todavía quedan dos semanas de receso legislativo, la efervescencia política se hace evidente al filtrarse los nombres de los posibles aspirantes a dirigir el Congreso en lo que también será el último año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ya adelantó que insistirá en algunas reformas constitucionales.

Quienes presiden las Cámaras suelen acudir como representantes del Poder Legislativo a los eventos oficiales del Gobierno y son los encargados de llevar la relación institucional con el Ejecutivo y el Poder Judicial, sin embargo, su importancia estratégica radica en que son los presidentes de la Mesa Directiva quienes determinan en qué momento se discute y vota una iniciativa de ley.

A casi un año de que culmine el actual sexenio, entre los asuntos más relevantes que abordará la Cámara de Diputados se encuentra la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio 2024, considerando que se trata de un año electoral.

Es decir, en el recinto de San Lázaro se decidirá cuántos recursos se entregará a la administración de López Obrador en su último año. Además, el titular del Ejecutivo ya sugirió a la Cámara Baja recortar el presupuesto proyectado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para organizar la elección federal de 2024.

En el caso del Senado, uno de los asuntos pendientes es el nombramiento de los comisionados faltantes del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), pues el órgano autónomo se encuentra paralizado desde abril de este año debido a que el Pleno no puede sesionar por falta de quórum.

Como ha sucedido en todos los años anteriores, en el Senado de la República será Morena quien presida la Mesa Directiva y en esta ocasión deberá elegir a una mujer, quien sustituirá al poblano Alejandro Armenta.

Los nombres que suenan para este cargo en la Cámara Alta son los de Marybel Villegas y Ana Lilia Rivera, aunque el coordinador morenistas, Eduardo Ramírez, expuso que una tercera senadora de su partido le manifestó su interés por competir, no obstante, no revelará su identidad hasta que presente formalmente su solicitud.

La senadora Ana Lilia Rivera es identificada como simpatizante de la corriente que apoya las aspiraciones de Claudia Sheinbaum Pardo para convertirse en la candidata presidencial en 2024.

Por otra parte, Marybel Villegas es considerada cercana al senador con licencia Ricardo Monreal.

En la Cámara de Diputados corresponde turno al PRI para conducir los trabajos de la Mesa Directiva y de acuerdo con el morenista Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), la bancada del tricolor aún no le ha avisado de la propuesta para este cargo.

Sin embargo, ha trascendido que el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas podría buscar esta poisición pese a sus abiertas diferencias con Morena a raíz del escándalo por los audios filtrados.

Por ello, la otra opción sería la diputada por Hidalgo y vicepresidenta del Comité Ejecutivo del PRI, Carolina Viggiano, quien además es esposa de Rubén Moreira, coordinador de la bancada en San Lázaro.

Al presidente de la Mesa Directiva le corresponde conducir las sesiones del Pleno de la Cámara en cuestión. Además, tiene la facultad de interpretar las normas de la Ley Orgánica del Congreso General y de los demás ordenamientos relativos a la actividad parlamentaria.

Fundamentalmente, se encarga de formular y cumplir el orden del día para las sesiones. Es justo en esta tarea donde se incorporan las iniciativas o minutas con carácter preferente para su discusión y votación en el Pleno.

También determina durante las sesiones las formas y turnos en los debates, tomando en cuenta las propuestas de los grupos parlamentarios.

Otra facultad importante es la de determinar las sanciones con relación a las conductas que atenten contra la disciplina parlamentaria.