Luis Miguel está bajo los reflectores desde que comenzó su gira mundial. Sus primeros conciertos no sólo captaron la atención por marcar su regreso a la escena musical sino por el cambio físico del cantante.
Para los seguidores de El Sol de México no pasó desapercibido que el artista bajó de peso. Algunos creen que incluso logró bajar 20 kilos.
Los primeros cambios físicos de Luis Miguel fueron notorios desde abril pasado, cuando fue captado junto a su pareja, Paloma Cuevas, mientras estaban en un aeropuerto rumbo a Marbella, España. Desde entonces, diversos medios de comunicación apuntaron a que el cantante se sometió a una estricta dieta.
Este régimen alimenticio que habría ayudado al cantante a perder 20 kilos se ganó popularidad entre famosos de Hollywood. Se trataría del ayuno intermitente, una práctica sobre la que los expertos han alertado por los riesgos que conlleva.
Sin embargo, hay muchos fans creen que Luis Miguel se veía tan diferente a años atrás durante sus conciertos en Argentina no por una dieta sino porque fue un doble quien subió al escenario.
Estos rumores no han hecho más que incrementar el furor por el Luis Miguel Tour que, ante el éxito logrado, se extenderá hasta 2024 con 50 conciertos.
En los shows del próximo año, LuisMi no incluyó a México, aunque sí se presentará nuevamente en países como Argentina. En la lista aparecen países como República Dominicana, Puerto Rico, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Venezuela, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia y múltiples ciudades en Estados Unidos.
Qué es el ayuno intermitente y por qué puede ser riesgoso
El ayuno intermitente, con el que se ha relacionado a Luis Miguel, es una práctica que consiste en pasar hasta 16 horas sin comer. En este periodo las personas sólo ingieren bebidas como agua, café o té sin azúcar.
En las siguientes ocho horas posteriores al ayuno, quienes siguen esta dieta tienen una alimentación saludable y balanceada.
Los adeptos a esta dieta aseguran que ayunar da paso al reposo digestivo, una etapa de receso en que el cuerpo tiene la oportunidad de desintoxicarse.
También se tiene la creencia de que el ayuno intermitente ayuda a bajar de peso; sin embargo, muchos expertos han apuntado a que es una práctica riesgosa para la salud.
De acuerdo con Raquel Valenzuela Argüelles, nutrióloga de la Dirección de Medicina del Deporte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con el ayuno el cuerpo entra en un estado de estrés que lo lleva a producir sustancia perjudiciales.
“El organismo humano echa a andar mecanismos pues se le está sometiendo a un estado de estrés. La reacción consiste en protegerse ya que a carecer del combustible necesario y continuar con las actividades cotidianas que requieren de energía que no se obtienen de los alimentos, el organismo empieza a quemar masa muscular y a producir sustancias con más efectos perjudiciales a la salud que benéficos”, sostuvo la especialista en 2019 para UNAM Global Revista.
Por otra parte, según información difundida por la Gaceta de FES Zaragoza, una de las respuestas del cuerpo al hambre y estrés es la liberación de más colesterol de lo normal. Sumado a él, es causante de glucosa baja, lo que puede provocar temblor, adormecimiento, cansancio y si la situación se prolonga pueden aparecer otros problemas como palidez de piel, confusión, dificultad para caminar, sudoración, visión borrosa y náuseas.
En algunos casos ayunar por periodos prolongados incluso puede favorecer el aumento de peso, efecto contrario al que buscan las personas que siguen dietas de este tipo. Esto se debe a que el metabolismo cambia, pues cuando finalmente hay ingesta de alimentos el cuerpo busca almacenar reservas de grasa.