El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el descubrimiento de un asentamiento prehispánico que se distribuye en 29 hectáreas en terrenos ejidales del municipio Tecpan de Galeana, en el estado de Guerrero, gracias al aviso de dos pobladores.
El INAH aseguró que estas ruinas ocupan una superficie semejante a la Zona Arqueológica Soledad de Maciel, en Petatlán, lo que demuestra la importancia cultural de la región de la Costa Grande guerrerense.
Los hermanos Servando y Gustavo Miguel Mellín, ejidatarios de Tecpan de Galeana, avisaron a las autoridades sobre la existencia de montículos, presuntamente prehispánicos, en el paraje conocido como El Cerrito.
En junio de este 2023 se llevó a cabo una inspección a cargo de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, con la participación de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes fueron coordinados por el responsable del Museo de Sitio de Xihuacan, Rodolfo Lobato Rodríguez.
En El Cerrito descubrieron un asentamiento prehispánico que se distribuye en 29 hectáreas. Durante el recorrido se registraron altares y estructuras alargadas en buen estado de conservación, mismos que delimitan plazas, además de áreas residenciales y canchas de juego de pelota, explicaron los arqueólogos.
El INAH explicó que los conjuntos se distribuyen de forma periférica a un montículo de grandes dimensiones, cuya base es de 73.5 metros por 60 metros, y 25 metros de altura, con espacios adyacentes, como plazas, donde se registraron dos estelas lisas, dos afloramientos rocosos con pozuelos y pocitas.
Al interior de este complejo se identificaron hondonadas que se conjugan con las estructuras alargadas, posiblemente asociados al almacenamiento de agua y represas, ya que el sitio tiene un emplazamiento estratégico a 850 metros de la margen oriente del río Tecpan y a un kilómetro de la laguna de Tetitlán, añade el investigador.
El mapeo contempló una inspección aérea, a cargo del espeleólogo Frédéric Henri Jean-Marc Bochet, la cual permitió la localización de un altar con dos estelas gemelas en la cima del cercano cerro del Mono, punto al que está orientado el principal montículo del asentamiento recién descubierto.
Al cotejar las dimensiones y cercanía del sitio con el poblado de Tecpan de Galeana y el glifo toponímico que aparece en un petrograbado, con fuentes del siglo XVI, Lobato Rodríguez plantea que podría corresponder al antiguo pueblo cabecera de Apancalecan, referido en la Lámina 18 del códice Matrícula de Tributos, que tras la invasión española se transformó en Tequepa, como está asentado en un mapa del cartógrafo Abraham Ortelius, de 1570.
En dicha lámina del códice, explica el arqueólogo, aparecen los topónimos de los pueblos cabecera que conformaron la provincia de Cihuatlan, establecida después de la conquista de esa región que realizó el tlatoani mexica Ahuítzotl, entre 1497 y 1502.
Sobre el significado nahua de Apancalecan, el vocablo está conformado por apan (apantli, canal de agua acequia), calli (casa) y can (locativo), por lo que se ha traducido como “Lugar de la casa con canales del agua”, si bien en otras ediciones de la matrícula se usa como “lugar de la casa con techos”.
Respecto a los tiempos de ocupación, “por las características del material cerámico recuperado en superficie, entre las que destacan soportes anulares de estilo teotihuacano, pensamos que el sitio fue habitado desde el periodo Clásico (200-650 d.C.), siendo contemporáneo de Cihuatlán, otro importante asentamiento de la Costa Grande guerrerense, y que tuvo continuidad hasta el Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.)”.
Lobato Rodríguez concluyó que el asentamiento, la posible Apancalecan de los códices, se inserta ahora en el rompecabezas del mapa arqueológico de la Costa Grande, cuyas piezas han ido embonando en las últimas tres décadas, lo que ha revelado su desarrollo cultural desde hace 1 mil 300 años antes de nuestra era, a partir del hallazgo de evidencia de horticultura y explotación de fauna en la cercana laguna de Tetitlán.