La noche del 27 julio, la Fiscalía del Estado de Jalisco anunció la captura de Alejandro “N”, identificado como uno de los posibles involucrados en el ataque con artefactos explosivos en Tlajomulco de Zúñiga que mató a seis personas.
“Gracias al trabajo de la Fiscalía se avanza en la investigación relacionada con los hechos del pasado 11 de julio en Tlajomulco”, anunció en sus redes sociales Ricardo Sánchez Beruben, titular de la Coordinación General Estratégica de Seguridad de Jalisco.
Hasta el momento de la presente publicación, la Fiscalía no ha ofrecido más detalles respecto al lugar ni el momento en que Alejandro “N” fue aprehendido, pues se limitó a informar el cumplimiento del mandato judicial.
En este sentido, tampoco se especificó cuál habría sido la presunta participación del individuo en el atentado. Mediante sus canales oficiales en plataformas digitales, las autoridades únicamente compartieron un video en el que se aprecia al supuesto implicado mientras es escoltado por agentes de la Policía de Investigación a un vehículo de la Fiscalía.
Alejandro “N” es la tercera persona capturada por su probable intervención en el violento atentado, ya que el 17 de julio el fiscal Luis Joaquín Méndez Ruiz informó, como parte de los avances en la investigación del caso, que fueron detenidos dos hombres por su presumible responsabilidad en el ataque.
Se trata de Samuel “N” y Sergio Julián “N”, quienes fueron imputados por homicidio calificado, tentativa de homicidio, lesiones, delitos cometidos contra representantes de la autoridad y apología. En contraste con las especificaciones compartidas aquel día, ninguna autoridad refirió cuáles son los ilícitos por los cuales Alejandro “N” está bajo investigación.
¿Cómo ocurrió el ataque en Tlajomulco?
Minutos antes de las siete de la noche del 11 de julio, una llamada alertó a la Fiscalía de Jalisco sobre la posible presencia de restos humanos en un terreno de Tlajomulco, ubicado en la colonia Larios.
La persona que hizo el reporte a las autoridades, según el gobernador Enrique Alfaro, se identificó a sí misma como integrante de un colectivo de madres buscadoras, lo cual fue desmentido posteriormente por las activistas. Todo se trataba de una trampa para las autoridades, pues el aparente plan era reunir a varios oficiales en el predio para perpetrar el ataque.
Cuando elementos de la Fiscalía y de la Policía Municipal realizaban la exploración del terreno, una de las unidades pasó por encima de una mina terrestre y explotó. A causa del estallido murieron seis personas: tres eran miembros de la Fiscalía, una estaba adscrita a la corporación policial local y dos más eran civiles.
Días después se dio a conocer que entre las víctimas mortales estaba Óscar Rodríguez Díaz, un ciudadano que fue identificado como el dueño del terreno. Según información compartida por sus familiares, él se encontraba ahí al momento de la tragedia debido a que, luego de recibir el falso reporte, la Fiscalía solicitó dialogar con él respecto a la presunta presencia de restos humanos.
Este mortal atentado ocurrió apenas semanas después de que un vehículo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) explotara luego de pasar por encima de una mina en Las Bateas, Apatzingán.
La detonación causó heridas a ocho militares y, tras una exploración en la zona, se identificaron varios artefactos caseros rotulados con la leyenda “CJNG”, alusiva al Cártel de Jalisco Nueva Generación. Aunque este grupo criminal fue señalado también como el supuesto responsable del múltiple homicidio en Tlajomulco, miembros del cártel se deslindaron de ambos sucesos a través de videos que fueron difundidos en redes sociales.