Una réplica del Calendario Azteca elaborada por el artesano José Maya Rosas fue reinaugurado este viernes después de cuatro meses de restauración. La pieza fue donada por el artista en 1986.
La artesanía destaca por los más de 35 tipos de madera, procedentes de distintas partes de México, que fueron utilizadas en su elaboración.
Esta recreación del Calendario Azteca, conocido también como la Piedra del Sol, regresó al sitio al que su creador lo donó. Se trata del Mercado San Juan de Artesanías y Curiosidades.
Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc, anunció que a partir de este 21 de julio la pieza estará en este corredor comercial, para el disfrute de los capitalinos.
La réplica del calendario prehispánico no es el único atractivo, ya que el Mercado San Juan de Artesanías y Curiosidades es por sí mismo una buena opción para comprar artículos de vidrio y cerámica, textiles y bordados, entre muchas cosas más.
Sumado a ello, el mercado tiene gran valor histórico por haber sido parte de la Tabacalera el Buen Tono, que cerró sus puertas en la década de 1930.
Cerca se ubican otros puntos de interés como la Basílica del Sagrado Corazón y la Plaza de San Juan, que siglos atrás fue un tinaguis.
Se trata de una opción adicional a la Ciudadela, probablemente el mercado de artesanías más popular de la Ciudad de México. Sin embargo, cuenta con sello propio por las características particulares de sus productos, entre los cuales destacan los fabricados en madera y por su ubicación cercana a otros sitios de interés.
El Mercado San Juan de Artesanías y Curiosidades está ubicado en Ayuntamiento 22-28, Colonia Centro, Cuauhtémoc. Está abierto de lunes a domingo de 9:30 a 18:30 horas.
Historia del Calendario Azteca
El origen del Calendario Azteca se remonta a 1479, año en que los expertos estiman que fue creada por Axayacatl, sexto monarca azteca. Con la Conquista Española, quedó oculta por varios siglos.
La Piedra del Sol fue encontrada en 1790 mientras se llevaban a cabo obras de nivelación del empedrado en la Plaza Mayor. El monolito fue colocado al pie de la torre occidental de la Catedral Metropolitana y desde ahí trasladado al Museo Arqueológico de la calle Moneda en 1885.
Fue hasta 1964 que el Calendario Azteca fue trasladado al Museo Nacional de Antropología e Historia, donde está resguardado desde entonces, como parte de la Sala Mexica. En la actualidad es uno de los íconos de este recinto cultural.
Este vestigio es una representación de la percepción del tiempo que tenían los mexicas. De acuerdo con la descripción del Insituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), “representa al sol que es el día, el mes de 20 días, el año, el período de 52 años y las eras del mundo”.
El Calendario Azteca tiene en el centro la imagen del Quinto Sol y el rostro de Tonatiuh, dios del Sol, representado con la mitad inferior del rostro descarnada y la superior encarnada en alusión a la dualidad del día y la noche.
Los componentes restantes del calendario son los 20 signos de los días que rodean al centro, signos solares y dos serpientes de fuego rodeando el disco, con las cabezas encontradas frente a frente.
Desde su descubrimiento este disco monolótico de basalto ha sido replicado por miles de artesanos. Además, es símbolo insignia de la moneda con valor nominal de 10 pesos mexicanos.
Esta moneda, que aún es utilizada para transacciones monetarias, fue puesta en circulación por el Banco de México el 3 de abril del 2000.