La violencia en México es una de las problemáticas que más se ha criticado en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO); y para Santiago Creel, uno de los más “terribles” del país y que se ha desbordado.
Consciente de ello y ante la posibilidad de suceder la Presidencia de México, el diputado compartió en entrevista para Infobae México algunos aspectos de la política de seguridad con la cual enfrentaría la “guerra de guerrillas” que eventualmente heredará.
“Lo que estamos viviendo hoy en día es una guerra de guerrillas”, comentó y evocó la emboscada de Tlajomulco de Zúñiga. “Son bombazos ya con minas. Son ejecuciones permanentes, sorpresivas, en lugares donde no se espera. (...) Yo creo que el gobernador de Jalisco (Enrique Alfaro) lo definió con toda claridad. (...) Es un acto de terror”.
Policía de calle y fuerza especial
Santiago Creel consideró al crimen organizado como “el gran mal del país” que debe enfrentarse con cuadrillas de policías de calle especializadas con armamento, equipo e inteligencia. En ese sentido, rechazó la militarización del país y que ésta sea óptima para “la guerra de guerrillas” mexicana.
“No creo en eso. En ningún país del mundo, en una guerra de guerrillas, gana un ejército regular. El ejército más importante, de Estados Unidos (EEUU) perdió Vietnam, Afganistán e Irak. Son guerra de guerrillas”, aseveró y reafirmó: “Se requiere una fuerza especial y especializada bajo un mando civil”.
Acuerdos entre el Subcontinente: reordenar la parte internacional
No hay duda que la crisis de inseguridad aqueja en todos los rincones del país: desde la sierra de Chihuahua hasta las costas de Quintana Roo, y del puerto de Veracruz a los malecones de Colima.
Pese a ello — pero sin ignorar el panorama nacional — Santiago Creel sostiene que dicho mal también debe atenderse desde los escenarios internacionales. Especialmente, entre las naciones de América golpeadas al crimen organizado.
“Es un problema trasnacional que afecta desde los países andinos, pasando por Centroamérica que está desbaratada por el crimen organizado y por eso las respuestas de alguien como (Nayib) Bukele. Yo no creo en esas respuestas”, aclaró sin dejar de lado la crisis por el consumo del fentanilo de EEUU — y cuya cifra de muertes comparó con la de los homicidios en México.
“Tenemos que ordenar la parte internacional porque el crimen organizado no tiene fronteras”.
Ante dicho panorama el aspirante presidencial planteó para este medio la importancia de reorganizar la parte internacional. Es decir, replantear, debatir y reconsiderar entre las naciones los parámetros para el control de las drogas.
“Tenemos que poner cada uno de los países una parte. Coordinarnos. Ver que drogas se pueden legalizar pero en el continente porque si no, no funciona. Ver qué otras drogas se pueden controlar de otra manera”, explicó.
Asimismo, consideró incluir los problemas del sistema financiero ya que sostuvo que existen factores predeterminantes para la existencia del crimen organizado.
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