El pasado 5 de julio se difundió un video en el que aparece Norma Otilia Hernández, alcaldesa de Chilpancingo, Guerrero, en un restaurante del municipio de Quechultenango, donde se reunió con un líder del grupo criminal “Los Ardillos”.
Se trata de Celso Ortega, quien junto a sus hermanos encabeza la banda delincuencial que fundó su padre Celso Ortega Rosas, alias La Ardilla, un ex policía rural que se involucró en la siembra de amapola. Hoy en día, Los Ardillos son los principales generadores de violencia en la entidad.
Luego de que se compartiera el material audiovisual, la alcaldesa morenista reconoció que sí tuvo un encuentro con Celso Ortega, pero negó que se tratara de un pacto con el crimen organizado. “Fue algo fortuito”, acotó Norma Otilia, quien pidió esperar a las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) para esclarecer lo sucedido.
Derivado de ello, el nombre de Celso Ortega -también conocido como La Vela- volvió a circular en los medios de comunicación. Este sujeto, al igual que otros líderes criminales, ha cobrado tal relevancia en Guerrero que cuenta con su propio narcocorrido en el que se narran sus inicios y parte de sus actividades delictivas.
Narcocorrido de Celso Ortega
La composición musical estuvo a cargo de la agrupación “Abel Zazueta y los de Cualiacán”. El sencillo fue lanzado en 2020 y para el 14 de noviembre ya tenía su propio video oficial, el cual dura poco menos de cuatro minutos.
Bajo los ritmos del regional mexicano se narran los orígenes de Celso Ortega en Guerrero, lugar que lo vio nacer. Asimismo, se explica la manera en que se fue involucrando en actividades criminales, pues desde niño tuvo que aprender a “defenderse de los abusones”.
“Inicié como cualquiera desde abajo, aunque suene muy trillado. No es el típico corrido pa’ alagar a un presumido y mentir no tiene caso. Lo que viví yo fue muy cabrón. Desde morrillo decidí que pa’ defenderme de los abusones tenía que tirar putazos. 100% guerrerense, soy Ortega y orgulloso de mi gente”, se escucha en la primera parte de la canción.
“Unos me dicen La Vela, otros dicen Celso Ortega y mi presencia se siente. Si alguien traicionó mi decisión se la peló, porque yo soy como el diablo que se enciende en un instante. Soy de mira y no me tientes”, reza la segunda estrofa.
Posteriormente se hacen referencia a los operativos desplegados por Celso Ortega para controlar el territorio. Aunque el narcocorrido no lo menciona, Los Ardillos tiene presencia en los municipios de Quechultenango, Tixtla, Acatepec, José Joaquín Herrera y Zitlala.
“Aquí vengo recargado pa’l combate. Soy soldado. Armas largas y pecheras camuflash entre la sierra. Me confundo entre las fieras, cordenadas y lugares clave (...) Si alguien quiere lumbre, puedo prender un infierno con el fuego de una velas”, dice el coro de la composición, el cual se repite al final del corrido.
“Me divierto cuando puedo y si de pronto me les pierdo es que hay trabajo. Voy a seguir pa’ delante. Nunca he sabido rajarme y aquí andamos al llavazo. En un buen carrón y un pistolón negro navego yo (...) No quieran patear el cerco, ya saben que el perro es bravo”, canta Abel Zazueta poco antes de que finalice la canción.
Además de Celso Ortega, sus hermanos Jorge Iván, alias El Barco, y José Antonio también encabezan el grupo de Los Ardillos. Todos ellos mantienen una disputa con la banda de “Los Rojos”.