Museo de ciencias ambientales de la UDEG gana segundo premio internacional por proyecto paisajístico

El proyecto estuvo a cargo del despacho de arquitectura de origen noruego Snøhetta y fue galardonado con el premio International Architecture & Design Awards

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El premio obtenido promueve una
El premio obtenido promueve una “nueva arquitectura” que “utilice fuentes de energías limpias y renovables, e introduzca nuevas soluciones y tecnologías de ingeniería en la vida cotidiana” Crédito: (Víctor Rogelio González Quintanilla cortesía Universidad de Guadalajara)

El proyecto paisajístico del Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara, a cargo del despacho de arquitectura de origen noruego Snøhetta, ha sido galardonado con el premio International Architecture & Design Awards en la categoría de “concepto de paisaje de herencia cultural” que entrega la Architecture & Design Community (AD-C) (ver aquí). Recientemente dicho proyecto paisajístico también fue distinguido con el premio internacional DNA Paris Design Awards, con sede en Francia (ver aquí). Los Jardines del Museo, ubicado en el Centro Cultural Universitario, fueron reconocidos con el Galardón de Oro, el más alto en su categoría.

Los premios AD-C, con sede en los Estados Unidos, cuentan con un jurado de destacadas personalidades del mundo de la arquitectura y el diseño que gozan de prestigio internacional. El premio promueve una “nueva arquitectura” que “utilice fuentes de energías limpias y renovables, e introduzca nuevas soluciones y tecnologías de ingeniería en la vida cotidiana” esperando que ofrezcan “soluciones modernas a viejos problemas”. Este año recibieron más de 400 propuestas de 59 países en las diferentes categorías.

En página oficial del concurso se describe el proyecto universitario como “un jardín de 2.6 hectáreas, que representa la primera exposición del Museo, y muestra las conexiones e interdependencias” en el gradiente urbano-rural. Los materiales y la paleta vegetal abordan tres hilos temáticos: procesos agrícolas regionales, agua, y comercio basado en la naturaleza. Incluye jardines de sal y minerales, así como jardines de obsidiana y conchas marinas, que son bienes comerciales que vinculaban las culturas europeas, asiáticas y americanas. La superficie construida incluye piedra, grava, arena, conchas y hormigón texturizado, seleccionados por su durabilidad y su resonancia con paisajes vernáculos.

Senderos temáticos activan espacios de educación, esparcimiento y encuentro comunitario

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El proyecto estuvo a cargo del despacho de arquitectura de origen noruego Snøhetta Crédito: (Víctor Rogelio González Quintanilla cortesía Universidad de Guadalajara)

El agua en diferentes estados está presente en todo el paisaje; un espejo de agua alterna con una fuente activa elíptica, las formas orgánicas del edificio y los senderos evocan la erosión, y los “jardines de lluvia” están asociados a un sistema de pozos de absorción. El proyecto del paisaje, que espera obtener certificación de sustentabilidad LEED, ha incorporado una serie de estrategias de uso eficiente de energías y agua que contribuyen a la mitigación del cambio climático y fueron consideradas por el jurado para otorgar el premio. Estas incluyen: tuberías de geoenfriamiento para colectar aire y reducir consumos energéticos, paneles solares que generan electricidad y proveen sombra, y la reutilización de las aguas de drenaje tratadas y captación de agua de lluvia para su uso en riego y recarga de mantos freáticos.

El proyecto del paisaje, que
El proyecto del paisaje, que espera obtener certificación de sustentabilidad LEED, ha incorporado una serie de estrategias de uso eficiente de energías y agua que contribuyen a la mitigación del cambio climático Crédito: (Víctor Rogelio González Quintanilla, cortesía Universidad de Guadalajara)

Evocando el gradiente altitudinal de cuatro mil metros del occidente de México, los jardines a nivel del suelo ascienden hasta la azotea a través de un arboreto de bosque nuboso que contiene una cascada de 25 metros que emerge del edificio. Los jardines de la azotea, que será de los más biodiversos en américa latina, conectan temáticamente a los visitantes con las galerías dentro del museo. La experiencia culmina en una terraza panorámica que permite a las y los maestros contemplar la ciudad y analizar su dependencia de las montañas y ríos circundantes.

El Director General del Museo de Ciencias Ambientales, Eduardo Santana Castellón, explicó: “Un componente importante de este diseño paisajístico es que responde a las necesidades planteadas por los vecinos en talleres de contar con nuevas oportunidades de espacios públicos educativos y de esparcimiento para sus hijos. El acceso gratuito a la azotea permite ‘democratizar’ las vistas de nuestra ciudad desde las alturas. Conjuntamente con el Laboratorio de Desarrollo Comunitario y el Jardín Educativo del Museo, el paisajismo contribuye a cumplir la misión del museo de catalizar cambios socio-ecológicos que ayuden a mejorar la calidad de vida de su comunidad.”

Crédito: (Víctor Rogelio González Quintanilla,
Crédito: (Víctor Rogelio González Quintanilla, cortesía Universidad de Guadalajara)

El diseño paisajístico premiado fue desarrollado por Snøhetta, bajo la dirección de Jackie Martínez, Craig Dykers y otros colaboradores de dicho despacho. La narrativa científico- museológica estuvo a cargo de la Universidad de Guadalajara, que la desarrolló entre 2010 y 2013 con la participación de Met Studios de Londres, Thinc Design de Nueva York, y asesores como Enrique Jardel, Sergio Graf, Silvia Singer, Exequiel Ezcurra, Julia Carabias, José Sarukhán, Otto Schondube, Guillermo de la Peña, Ricardo Ávila Palafox, William Cronon, y Jorge Wagensberg, entre otros. En el proyecto ejecutivo han participado los despachos mexicanos Metroarquitectura, JSa y ZAP. Las ilustraciones tridimensionales las desarrollo el despacho Monolito.

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