Con el reloj marcando las 6:30 horas del pasado martes 5 de julio, al teléfono de la Secretaria de Seguridad del Estado de México (SSEM) llegó un reporte que anunció uno de los hallazgos más macabros que se han suscitado en meses recientes en el Valle Toluca.
La escena era perceptible desde metros atrás y es que, desde lo alto de un puente peatonal ubicado frente al campus principal de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) fueron colgados restos humanos que, de acuerdo con los primeros reportes, corresponderían al tórax y vísceras de un hombre de aproximadamente 35 años de edad.
Al lugar de los hechos se trasladaron autoridades estatales, municipales y personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), así como de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes acordonaron la zona, realizaron el levantamiento de los segmentos anatómicos y aseguraron un mensaje que apuntó como responsables de los hechos a una peligrosa organización criminal: La Familia Michoacana.
Horas más tarde, en el mismo Valle de Toluca fueron localizados otros restos humanos en la calle Tule de la colonia Lomas Altas, cerca del primer puente peatonal en donde fueron asegurados los primeros, no obstante, hasta el momento se desconocen si corresponden a la misma persona.
Aunque serán las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) las que determinen la identidad de la víctima, móvil y presuntos responsables de dichos crímenes, una de las posibles líneas de investigación podría ser las amenazas que a finales del mes de junio La Familia Michoacana difundió en distintos municipios del Estado de México.
Fue a través de un video difundido en redes sociales en donde a un grupo de hombres encapuchados de les escucha anunciar una “limpia” de narcomenudistas de la droga conocida como cristal. “Y por todos aquellos que no estén alineados con la empresa. ¡Pura Familia Michoacana! ¡Pura gente del Comandante Pecha!”, apuntó uno de los sicarios.
Si bien la reciente aparición de los restos humanos ha alertado y generado pánico entre las y los habitantes del Estado de México, los hechos violentos solo se suman a una serie de eventos más que han dejado clara la presencia de la organización criminal, tal y como sucedió con la brutal balacera en el municipio de Texcatitlán en la que incluso resultó abatido un mono araña que, con todo y chaleco antibalas, era mascota de un sicario.
Del mismo modo, el secuestro de al menos seis promotores del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el municipio de Coatepec Harinas figuró como uno de los crímenes más relevantes de la organización criminal que encabezan los hermanos Hurtado Olascoaga en la entidad en donde en 2021 sicarios a su mando emboscaron y asesinaron a 13 policías estatales.
Aunque múltiples aseguramientos y enfrentamientos armados se registran con constancia entre autoridades e integrantes de la Familia Michoacana en municipios del Estado de México, dichos ataques también se han hecho presentes como parte de su disputa con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que busca expandir su territorio, así como con otras bandas locales.
La Familia Michoacana en el Estado de México
De acuerdo con un informe de inteligencia citado por el medio Animal Político, desde hace más de una década la mayor parte del territorio del Estado de México es controlado por La Familia Michoacana, organización criminal que es encabezada por José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Fresa” y su hermano Jhonny Hurtado Olascoaga “El Pez”.
En el Estado de México el principal bastión de la Familia Michoacana se ubica en la región de Tierra Caliente, no obstante, el informe apunta a que el grupo delictivo tiene presencia en al menos 55 municipios, lo equivalente al 44% del territorio mexiquense.
Hasta 2020, las actividades de la organización criminal no se limitaba únicamente al tráfico y producción de drogas sino que también llegaron a controlar el precio de productos de la canasta básica como la carne de cerdo, la tortilla, el huevo, el jitomate, el pollo y materiales para la construcción a través de delitos como extorsiones.
Poco a poco, La Familia Michoacana ha logrado expandir su dominio hasta los municipios del Área Metropolitana de la Ciudad de México, tal y como lo es el Valle de Chalco, situación que ha generado disputas con otros cárteles que también buscan inmiscuirse en la capital mexicana.