Más de dos toneladas de peces muertos han sido enterrados en Tepeji del Río, Hidalgo, debido a la severa sequía registrada en la presa Requena, uno de los principales embalses que ahora podría ser declarado en estado de emergencia.
Ahora solo hay algunas partes con charcos de agua en los que los peces restantes se debaten entre la vida y la muerte mientras se abren paso entre los cuerpos de otros. Lo anterior ha generado preocupación entre los pescadores, quienes vieron a su fuente de ingresos evaporarse.
La falta de agua en la presa se debería, según los pobladores, a la escasez de lluvia y las altas temperaturas que lo secaron todo, sumado a que los agricultores de Tula y Alfajayucan se “llevaron el agua”, al solicitar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) apoyo para obtener vital líquido y evitar que sus cosechas se secaran.
Ante la solicitud de los agricultores, la Comisión tomó la decisión de abrir las compuertas de la presa Requena, enviando millones de metros cúbicos de agua a cerca de 90 mil hectáreas de cultivo, dejándola en menos del 1% de su capacidad. En consecuencia murieron toneladas de peces que eran sustento para al menos 60 familias de pescadores, mientras que otros nadaron río abajo.
Las principales especies de cría en la zona son mojarra y carpa. La mayoría de los que se encontraban en la presa murieron y fueron cubiertos con cal para evitar posibles riesgos sanitarios, otros comenzaron a ser enterrados.
De acuerdo con Excelsior, el presidente municipal de Tepeji del Río, Salvador Jiménez Calzadilla, ha solicitado a Conagua que haga labores de desazolve para que el embalse tenga mayor capacidad de almacenamiento y pueda llenarse en la temporada de lluvias.
Mientras tanto, las autoridades locales realizaron un recorrido por la presa junto a pescadores y funcionares estatales y municipales para conocer las condiciones del embalse, el cual no había llegado a menos del 1% de su capacidad en toda su historia.
El edil señaló en entrevista para el medio local Réplica que es “una catástrofe” lo que están viviendo pobladores y productores de la zona, ya que la muerte de los peces también comienza a generar problemas sanitarios.
Aunque han comenzado a enterrar toneladas de peces, aún quedarían otras toneladas de pescado flotando en la superficie de los charcos, junto a otros que se espera mueran en cuestión de horas.
“El problema principal es que el año pasado no llovió, por lo que el agua sólo se quedó a un 38 por ciento, de un 50 por ciento del agua que está hoy azolvada en la presa; lo que buscamos es que se pueda dragar y desazolvar o de otra manera esto no va a funcionar”, dijo al citado medio.
El edil exhortó a las autoridades de los tres niveles de gobierno a voltear a Tepeji para ayudarles a superar su problemática actual.
Según el edil, los peces muertos representan pérdidas de entre 8 y 9 millones de pesos para los pescadores, ya que ellos dependen por completo de ese producto, el cual distribuyen; además, ahora deben esperar a que se reproduzcan y crezcan nuevos, lo cual les tomará cerca de año y medio, contemplando que en los años siguientes la sequía no les afecte nuevamente.