Quién fue el presidente mexicano que cantaba ópera

Fue durante la Revolución Mexicana que uno de los opositores a Obregón destacó tanto por la vía de las armas como por la voz

El expresidente de México destacó por su voz (Archivo General de la Nación/Gobierno de México)

La Revolución Mexicana fue un parteaguas en la historia moderna del país, ya que modificó la estructura que, hasta esos años, habían dado forma a la nación desde su independencia de la corona española; sin embargo, muchos de los caudillos de aquella época crearon mitos alrededor de sus figuras, mismo que persisten en la actualidad.

Entre aquellas leyendas nació la del expresidente mexicano que cantaba ópera, talento que utilizó para ayudar a los integrantes de su regimiento durante las batallas que se presentaron a inicios del siglo XX, además que desarrolló y educó durante sus años de juventud.

Se trata de Adolfo de la Huerta Marcor, expresidente que estuvo en el cargo cinco meses —del 1° de junio de 1920 al 30 de noviembre de 1920—, debido a que llegó al poder como sustituto tras el asesinato de Venustiano Carranza, pero que su mayor reconocimiento en la historia nacional tiene que ver con la rebelión que encabezó contra otro exmandatario, Álvaro Obregón.

¿Qué se sabe del talento de Adolfo de la Huerta?

Adolfo de la Huerta fue presidente sustituto (Archivo General de la Nación/Gobierno de México)

Pocas cosas se conocen de la vida privada del extitular del Ejecutivo Federal; sin embargo, este personaje siempre destacó entre los personajes de la época debido a que todos conocían su voz de tenor, misma que educó en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la UNAM, en la que cursó el bachillerato, lo que le sirvió para volverse profesor de música cuando regresó a Sonora, tras la muerte de su padre.

Aunque tuvo que volver a su estado natal y no pudo concluir sus estudios, tanto en música como en contaduría, algunas memorias alrededor del personaje destacan que su mayor anhelo era presentarse profesionalmente en el Metropolitan Opera House de Nueva York.

Pese a su paso por la academia, De la Huerta no dudó en unirse a los movimientos revolucionarios cuando estalló la Revolución Mexicana, incluso volviéndose diputado local por la corriente antirreeleccionista, principalmente liderada por Francisco I. Madero; posteriormente se unió al movimiento de Venustiano Carranza a favor de crear una Constitución para el país.

“Yo tuve la satisfacción de ser el primer civil que el día 9 de febrero se presentó en Chapultepec a ponerse a las órdenes de don Francisco I. Madero”, palabras de De la Huerta que recordó el Archivo General de la Nación.
Adolfo de la Huerta fue presidente de México por cinco meses (Archivo General de la Nación/Gobierno de México)

Durante este tiempo y debido a su cercanía a Carranza se convirtió el gobernador de Sonora, así como oficial mayor de la Secretaría de Gobernación, incluso como cónsul en Nueva York; sin embargo, los desencuentros con dicha facción se hicieron presentes, por lo que formó una alianza con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, con quienes presentó el Plan de Agua Prieta.

“El triunfo de Agua Prieta llevó a la presidencia a Adolfo de la Huerta, por unos cuantos meses. Aunque breve su gestión, se destacó por su independencia”, reconoce el Gobierno de México en su biografía oficial.

Durante su gestión como mandatario, convocó a elecciones y, tras la jornada de democracia, entregó el poder a Obregón y se quedó en el gobierno como secretario de Hacienda; no obstante, su relación no sería tan armoniosa, debido a que el presidente nombró como sucesor a Plutarco Elías Calles y no a él, por lo que comenzó un levantamiento de armas en 1924.

Su plan no funcionó, incluso sufrió algunos atentados, por lo que se exilió en los Estados Unidos, país en el que se aprovechó su talento musical para dar clases en la materia, incluso siendo considerado uno de los profesores “más notables” de la costa oeste, siendo recordado por personajes como Enrico Caruso Jr y Guty Cárdenas, los cuales siempre destacaron el talento del exmandatario.

Fue hasta 1935 que pudo regresar a México, en donde se volvió un personaje cercano y consejero de los gobiernos de Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés, así como de Adolfo Ruiz Cortines, hasta su muerte que ocurrió el 9 de julio de 1955.