Las expresiones que agreden de forma directa la identidad y orientación sexual de una persona son consideradas parte de un discurso de odio en la legislación nacional. Las autoridades en México han trabajado al respecto para intentar restringir el uso de insultos hacia la comunidad LGBTQ+ dentro y fuera de espacios digitales, lo anterior incluye medios de comunicación y cualquier tipo de recintos, de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En México, pese a sus avances en inclusión como el matrimonio igualitario y las clínicas especializadas en personas trans en la Ciudad de México (CDMX), prevalecen los insultos que definen la sexualidad de una comunidad de forma denigrante. Además, la intolerancia ha llegado incluso a lugares destinados a la recreación, como el incidente de Six Flags ocurrido el 29 de diciembre de 2021, en el que el presunto jefe del parque de diversiones comenzó a reprender a dos jóvenes que se besaron mientras esperaban su turno para subirse a un juego mecánico.
Con el objetivo de impedir la proliferación de actos intolerantes, incentivados a través de discursos homofóbicos, existen medidas de prevención impulsadas desde las instituciones que combaten la discriminación en el país. El objetivo también busca aminorar el impacto de estos insultos en redes sociales y entornos digitales en los que aún hay anonimato que protege a los agresores.
Las expresiones contra la comunidad LGBTQ+ ameritan sanciones legales
En México, la discriminación y la violencia basada en la orientación sexual e identidad de género están prohibidas por la Constitución. La SCJN ha interpretado que el uso de insultos constituye un acto de discriminación y una forma de violencia simbólica hacia las personas homosexuales.
La SCJN también ha especificado que los medios de comunicación en los que se empleen estas palabras podrían enfrentar sanciones legales a través de un juicio por daño moral. El pago como castigo a los discursos denigrantes alcanza grandes cantidades como indemnización a los afectados, de acuerdo con la información de BBC Mundo.
Además, según la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, quienes utilicen expresiones homofóbicas para ridiculizar o menospreciar a las personas por su orientación sexual o identidad de género podrían sufrir sanciones penales. Estas medidas buscan aclarar que la homofobia es una grave violencia contra los derechos humanos y el libre desarrollo de la personalidad.
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), utilizar este tipo de lenguaje intolerante contribuye a la reproducción de estereotipos y prejuicios, fomentando un ambiente hostil y excluyente para la comunidad LGBTQ+. Para combatir esta problemática, se han establecido en el artículo 43 de la ley contra la discriminación que cualquier persona tendrá acceso a realizar denuncias con asesoría legal para combatir el problema.
La libertad de expresión tampoco protege los discursos homofóbicos
El derecho a la libertad de expresión tampoco ampara los discursos de odio o las invitaciones a la violencia. La libertad de expresión encuentra límites en el respeto a los derechos fundamentales de los demás, lo anterior incluye el derecho a la dignidad y a vivir sin discriminación. Para aminorar los daños de estas prácticas, el manual “Escrito sin d. Sugerencias para un periodismo sin etiquetas”, redactado en CONAPRED, propone utilizar un lenguaje neutro, evitar estereotipos y prejuicios, y fomentar el respeto a la diversidad.
A pesar de los esfuerzos por combatir el lenguaje homofóbico, su presencia en los medios de comunicación y en las redes sociales sigue siendo una realidad preocupante. De acuerdo con los resultados de la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018, el 83.3% de los encuestados declaró sentirse agredido incluso mediante bromas respecto a su sexualidad a diario.
Luego de que los ministros del tribunal consideraron que los insultos homofóbicos son formas denigrantes de referirse a una persona homosexual, las organizaciones y activistas sobre este problema esperan que se conforme una base sólida para prevenir la discriminación de forma eficaz en redes sociales y distintos entornos digitales.