Por qué la sucesión presidencial actual es similar al maximato, según Raymundo Riva Palacio

El periodista, en su columna de este martes, señala que lo que hace el presidente López Obrador en la actualidad, es similar a lo que hizo Plutarco Elías Calles en el periodo conocido como el maximato

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El presidente López Obrador ha estado atento a lo que pasa con las "corcholatas". (Presidencia)
El presidente López Obrador ha estado atento a lo que pasa con las "corcholatas". (Presidencia)

El pasado lunes 12 de junio, Marcelo Ebrard Casaubón renunció de manera definitiva a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Además, Claudia Sheinbaum anunció que renunciaría a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México el peróximo viernes 16 de junio. Ricardo Monreal Ávila, también anunció que el próximo viernes presentará su renuncia al Senado de la República, y Adán Augusto López, se prepara para renunciar a la Secretaría de Gobernación.

Esto anuncia que las “corcholatas” ya se preparan para competir entre ellos, para lograr ser los candidatos del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de México en 2024, y buscar ser los sucesores del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El mandatario nacional ha estado muy pendiente del proceso que deberán tener los aspirantes a la candidatura de la presidencia de México por Morena, y hay quienes aseguran que el presidente se ha entrometido en el proceso. Sobre este tema habla este martes el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente personal, titulada “El Nuevo Maximato”.

En ella, el periodista señala que la sucesión presidencial que está en curso, tiene una reverberación con dos sucesiones del siglo pasado. Se refiere a la de Lázaro Cárdenas y la de Miguel de la Madrid, quienes optaron por elegir como sus sucesores a Manuel Ávila Camacho y a Carlos Salinas de Gortari, respectivamente.

La de Lázaro Cárdenas, señala Riva Palacio, ha sido utilizada por López Obrador para asegurar que él no seguirá el ejemplo de Cárdenas de haber escogido a un sucesor moderado en lugar de optar por Francisco Múgica, quien pudo haber consolidado el proyecto de nación que trazó.

Riva Palacio señala a Ebrard como la "corcholata moderada", mientras que a Sheinbaum la señala como la "corcholata radical". REUTERS/Henry Romero
Riva Palacio señala a Ebrard como la "corcholata moderada", mientras que a Sheinbaum la señala como la "corcholata radical". REUTERS/Henry Romero

La segunda no ha sido motivo de atención de Obrador, pero, dice, refleja lo que tanto le critica a Lázaro Cárdenas y su deseo explícito: heredar el poder a quien esté más comprometido ideológicamente con el proyecto de la Cuarta Transformación.

Riva Palacio señala que AMLO no desea a Marcelo Ebrard, a quien considera la “corcholata moderada”, y quien propone continuidad con cambio, sino a Claudia Sheinbaum, a quien Riva Palacio señala como la “radical” del grupo y quien ofrece continuidad con el proyecto, esto, porque el primero sugiere matices y ajustes, mientras que la segunda, una línea a la cual no le cambiará “ni una coma”.

Explica que la dependencia de Sheinbaum a López Obrador la hace una figura confiable para los objetivos del mandatario, mientras que la autonomía que ha mostrado Ebrard a lo largo de su relación con él ha hecho que su familia y su núcleo duro lo vean como un traidor que hará lo mismo en caso de llegar a Palacio Nacional.

El periodista dice que AMLO ha demostrado que es un pragmático, con el método que diseñó para la contienda por la candidatura presidencial de Morena, donde incluyó un punto fundamental, que quien aspira a ella tenía que renunciar. Eso es algo que el excanciller pedía desde el pasado mes de diciembre, y a lo que la aún jefa de Gobierno se negaba, molestándose incluso de que fuera un punto de los resolutivos del Consejo Nacional de Morena el domingo pasado, lo que la obligó a anunciar su retiro del cargo el lunes. “Dejarla sin su cobijo durante casi dos meses y medio, en igualdad de condiciones, por lo menos en la formalidad hasta ahora, la hace una ficha vulnerable y desechable. ¿Cambió López Obrador de opinión sobre su delfín?”, dice Riva Palacio.

Recuerda que AMLO primero adelantó que el proceso para tener, casi dos meses antes de lo esperado, a quién lo sucederá. Después pareció ceder ante las exigencias de Ebrard, aunque diseñó un proceso bien blindado en el que no habría debates, ni confrontaciones, campañas de contraste o descalificaciones, pues no quiere división en Morena ni que tampoco queden exhibidos quienes menos recursos dialécticos y políticos tengan para la discusión directa. Señala que la más beneficiada con este “cordón sanitario electoral” es Sheinbaum.

El periodista compara la actual sucesión presidencial con el maximato. (Foto: especial)
El periodista compara la actual sucesión presidencial con el maximato. (Foto: especial)

El periodista menciona que AMLO ha manipulado el proceso de selección del candidato de Morena a su gusto y necesidad, y ha establecido controles para sus propósitos transexenales. Explica que, además de los tiempos y el método para definir la candidatura, fue AMLO quien escogió qué corcholatas se iban a destapar, cómo tenían que resolver sus diferencias, cuáles serían los temas de la campaña presidencial y establecer el programa de gobierno para la próxima administración. O sea, que quien logre la candidatura, ya sabe lo que espera AMLO de su comportamiento, sus compromisos y su ejecución.

Riva Palacio menciona que lo que hizo AMLO, tratando de amarrar las manos de quien obtenga la candidatura, es lo que forzó Plutarco Elías Calles en el periodo llamado maximato, que corrió de 1928 a 1934, cuando Emilio Portes Gil asumió el interinato de la presidencia tras el asesinato de Álvaro Obragón, la corta gestión de Pascual Ortiz Rubio, quien renunció ante las presiones sociales y el relevo de Abelardo L. Rodríguez.

Recuerda que Calles fue quien gobernó durante ese periodo, y fue considerado como “el hombre fuerte” de los últimos gobiernos caudillistas por su liderazgo carismático e impositivo, que adquirió mayor notoriedad durante el periodo de Ortiz Rubio, a quien se consideraba el títere de Calles. Señala que en la actualidad, Sheinbaum parece emular a Ortiz Rubio en las percepciones de políticos y medios, “pero aún si Ebrard resultara ungido, tendría los mismos acotamientos tejidos por López Obrador”.

Señala que Cárdenas rompió con el Maximato cuando una madrugada que el Ejército lo sacó en piyama de su casa y lo mandó al exilio a Estados Unidos. “Calles no tenía, sin embargo, el arma transexenal que fabricó López Obrador: la revocación de mandato, la espada de Damocles sobre las corcholatas”, concluye.

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