Lobo, un perrito husky de 10 meses, fue atacado con aceite hirviendo en Guerrero

Ninguna persona ha sido identificada como la probable responsable de esta agresión, que le provocó al cachorro quemaduras de tercer grado

El cachorro sufrió graves quemaduras en gran parte de su lomo a causa de la agresión. (Facebook/Patricia Arellanes Mancilla)

Un nuevo caso de maltrato animal captó la atención de una gran cantidad de personas en México debido al daño que causó en la víctima. Se trata de Lobo Lobito, un perro de raza Husky Siberiano de 10 meses de edad que fue atacado con aceite hirviendo en Zihuatanejo, Guerrero.

De acuerdo con las declaraciones de la familia del pequeño cachorro, la agresión ocurrió a finales del mes de mayo, cuando el can se cruzó al terreno en donde se encontraba el negocio de sus vecinos a través de una abertura en la división de ambos predios.

Los locatarios no habían notificado ninguna queja de que el perro deambulara por sus comercios ni causara molestia alguna, por lo que la familia no se percató de ello. Sin embargo, uno de los vecinos, que no ha sido identificado aún, le aventó aceite hirviendo para correrlo.

Como consecuencia del ataque, Lobo sufrió quemaduras de tercer grado que incluso pusieron en riesgo su vida, según el testimonio compartido por Patricia Arellanes en redes sociales.

Lobo ha estado varias semanas en recuperación debido a las quemaduras. (Facebook/Patricia Arellanes Mancilla)

“Dudé mucho en subir esta publicación porque nuestra prioridad era curar a Lobo y que no muriera por las quemaduras tan graves que le ocasionaron esas personas inhumanas, porque no encuentro con qué otra palabra describirlas”, escribió la integrante de la familia con la que vive Lobo.

En el escrito, Patricia añadió que el proceso de recuperación del cachorro ha sido sumamente complicado, pues “llora en cada curación, llora en las noches porque no aguanta el dolor”.

Hasta la última actualización compartida por Patricia y Liset, su hermana, no ha sido posible identificar a la persona responsable del ataque, pues no hay indicios suficientes para formular una acusación directa.

Una hipótesis que planteó la familia fue que, posiblemente, habría sido alguien relacionado con el restaurante que tiene una de sus vecinas, pues en primera instancia es el único establecimiento que podría tener acceso inmediate a aceite hirviendo. No obstante, en el momento de la presente publicación, nadie figura como sospechoso.

El cachorro pudo recibir atención de manera oportuna para comenzar su recuperación. (Facebook/Patricia Arellanes Mancilla)

Liset Arellanes informó que la dueña del restaurante, al enterarse de lo ocurrido, la visitó para conocer más sobre la situación y en reiteradas ocasiones, desde ese día, la ha visitado para saber del estado de salud de Lobo.

“Cabe mencionar que mi vecina ya antes mencionada está a disposición para realizar todas las investigaciones necesarias dentro y fuera de su negocio hasta encontrar al presunto responsable, les aseguro que encontraremos juntos al responsable del delito”, escribió en una publicación compartida vía Facebook.

Respecto al lamentable ataque contra el perrito, la familia recibió asesoría legal para presentar la denuncia correspondiente ante las autoridades de Protección Ambiental en el estado.

Hasta la presente edición, ni la Fiscalía General de Guerrero ni el Ayuntamiento de Zihuatanejo, encabezado por Jorge Sánchez Allec, han emitido un pronunciamiento sobre este caso.

Afortunadamente, Lobo ha mostrado signos importantes de rehabilitación. (Facebook/Patricia Arellanes Mancilla)

Pese a la gravedad de las lesiones, la familia de Lobo indicó que el cachorro ha tenido una evolución favorable en su estado de salud, pues algunas de las quemaduras han comenzado a cicatrizar.

En la Ley de Bienestar Animal de Guerrero, el maltrato está definido como “todo hecho, acto u omisión consciente o inconsciente del ser humano, que ocasionan dolor o sufrimiento a los animales”. Además, todo acto de maltrato está considerado como una “infracción de gravedad alta”.

De forma complementaria, el Código Penal de Guerrero señala que quien cometa este delito podrá ser sancionado con una multa de entre 36 mil 827 y 122 mil 828 pesos mexicanos (cifra vigente para 2023), además de una pena de seis meses a cuatro años de cárcel.