Tras el brutal asesinato de Scooby en Tecámac, Estado de México, la familia que había adoptado al perrito exigió que se hiciera justicia y se aplicara la máxima pena posible contra Sergio “N”, el sujeto que le causó la muerte luego de arrojarlo a un cazo de aceite hirviendo.
Beto, como fue identificado el niño que cuidaba a Scooby, narró en un breve diálogo con el periodista Isidro Corro cuál fue su reacción al percatarse de la atroz agresión.
“Cuando lo vi ahí, lo que hice fue regresarme a la casa, ya no lo pude salvar”. Al ser cuestionado sobre el ataque que cometió Sergio “N”, Beto dijo que “Está loco. ¿Por qué le hizo eso si ese perro era inocente?”.
En otra entrevista, con Milenio, Beto exigió “que lo encarcelen para que se haga justicia, porque a un perro no se le puede matar y ya, ni se le puede pegar”.
La autopsia del can reveló que su muerte no fue instantánea, sino que agonizó durante varias horas a causa de las quemaduras provocadas por el líquido, las cuales le causaron lesiones tanto internas como externas.
Gabriela Rosales, voluntaria de la organización civil Peludos Desamparados, narró para Foro TV que durante la tarde del 28 de mayo recibieron la denuncia anónima con el video del ataque contra Scooby.
Al ser domingo y no haber ninguna veterinaria cerca, las personas que lograron sacar al perrito del cazo optaron por abandonarlo en un lote baldío de la comunidad.
“Enviamos a un auxiliar veterinario a tratar de auxiliar al pequeño, pero ya tenía seis horas de haber sucedido el hecho [...] Se hizo la necropsia para darle el trámite jurídico que requiere para hacerle justicia y la verdad es que las imágenes y las expresiones del médico veterinario son desgarradoras”, expresó Rosales.
“Queremos justicia para todos los animales, que esto sea un parteaguas jurídico para todos los animales, porque así como este murió y afortunadamente nos enteramos y se logró hacer viral y tenemos evidencia, ¿sabes cuántos animales mueren en todos los municipios en el abandono? ¿O por gente cruel como este tipo? [...] Es innumerable los casos (sic.)”, añadió la voluntaria de la organización.
El presunto responsable fue ingresado a reclusorio en Ecatepec
La mañana del 30 de mayo, Sergio “N” fue detenido en un domicilio de la alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México, en donde pretendía esconderse de las autoridades, debido a que ya se había dictado una orden de aprehensión en su contra.
Agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) y la Comisión Nacional Antihomicidio (Conaho) coordinaron su captura y traslado a la Agencia 50 de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
Posteriormente, Sergio “N” fue llevado al Ministerio Público en Las Palmas, San Cristóbal, Ecatepec para rendir su declaración y, finalmente, fue ingresado al Penal de Chiconautla, en el mismo municipio, para mantenerse bajo custodia mientras se resuelve su situación jurídica.
La audiencia inicial en la que se determinará si el sujeto es vinculado a proceso por maltrato animal se llevará a cabo este miércoles 31 de mayo. En caso de que el proceso continúe y se defina su culpabilidad, la pena máxima que podría enfrentar en prisión por este delito es de seis años, según lo establecido en el Código Penal del Edomex.