En la Ciudad de México (CDMX) existen puntos que se distinguen por tener paisajes diferentes al asfalto de la urbe. Uno de ellos es “el pequeño Vaticano”, conocido por sus conventos, iglesias, haciendas y templos cuyo estilo arquitectónico retoman la corriente Barroca, surgida en Italia entre 1520 y 1600 cuya influencia llegó a México a finales del siglo XVIII, de acuerdo con la revista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“El pequeño Vaticano” ha sido el punto de atención para el mundo de la farándula cuando en 18 de octubre de 1952, fue el escenario de “la boda del siglo” entre los actores del cine de oro María Félix y Jorge Negrete. Este lugar se encuentra en la alcaldía Tlalpan ubicada al sur de la capital y es famosa por ser la que cuenta con más territorio y conservar un aspecto antiguo que contrasta con los edificios modernos de otros territorios de la capital, según el sitio del gobierno de la CDMX.
Tlalpan está repleto de paisajes que cuentan la época colonial y moderna. Entre estos vestigios resalta un pueblo viejo que forma parte de los 21 barrios mágicos de la CDMX y es famoso por la identidad religiosa que apunta hacia el pasado novohispano de México escrito con la pluma de los primeros misioneros franciscanos en la década de 1530.
San Agustín de las Cuevas: un paisaje del Vaticano en la CDMX
El barrio mágico, ubicado en el centro de Tlalpan, albergó la Universidad Pontificia. En la actualidad es el hogar del templo de San Agustín de las Cuevas, se encuentra cerca de la Plaza de la Constitución. El recinto fue construido al mando de los españoles durante el siglo XVII, su presencia fue tan importante que dio relevancia al pueblo entonces llamado San Agustín. Hasta 1855, la localidad adoptó el nombre que lleva la alcaldía, de acuerdo con la página de la CDMX dedicada a las iglesias y catedrales.
La influencia de los franciscanos se aprecia en las columnas del templo y las pinturas religiosas en los arcos del techo. Tlalpan recibió a los primeros misioneros en 1530, quienes edificaron una pequeña ermita dedicada a la virgen del Rosario que ha sobrevivido hasta la fecha y aún puede visitarse al interior de esta enorme iglesia.
A finales del siglo XVI, los franciscanos recibieron ayuda de los dominicos. Ellos construyeron el conjunto del monasterio junto al templo de San Agustín, al igual que lo de Santa María Tepepan, San Pedro Apóstol y una capilla del Calvario. El templo que hace conocido a Tlalpan fue erigido entre 1637 y 1647, además recibió modificaciones en durante los siguientes 150 años.
Sitios de interés en el centro de Tlalpan
Además del templo barroco del barrio mágico, la Plaza de la Constitución ofrece un paisaje alejado del asfalto con el jardín y el quiosco que la rodea. También puede apreciarse el arte Barroco en la pintura, pues el antiguo Palacio Municipal cuenta con murales que explican la historia del territorio a lo largo de los años.
Otra iglesia que acompaña el templo de San Agustín de las Cuevas es la Capilla del Sagrado Corazón de María del Convento de los Capuchinos. En el pasado, estos recintos religioso solían ser uno mismo, pero en la actualidad se encuentra en la calle Miguel Hidalgo, al este del centro de Talpan. Una forma fácil de llegar al sitio es por medio del metro, estación General Anaya y tomar transporte colectivo La Joya.
El centro de Tlalpan es un lugar con riqueza antropológica, pues los pueblos originarios solían rendir culto al dios del fuego, Huehueteotl y a la montaña de agua, Ajusco hace más de dos mil años. Además, en este territorio se construyó el centro ceremonial de Cuicuilco durante el período preclásico del 800 a.C al 200 d.C.