Alfonso Romo se reunió con AMLO y ve “buena voluntad” para solucionar conflicto por Ferrosur

Alfonso Romo Garza, ex jefe de la oficina de la Presidencia, acudió este martes 23 de mayo a Palacio Nacional para desayunar con el presidente Andrés Manuel López Obrador y así tener la oportunidad de conversar sobre diversos temas de interés nacional, entre ellos, la ocupación federal sobre el tramo de Ferrosur.

Al término del encuentro, Romo aseguró a los reporteros que cubren Palacio Nacional que existe “muy buena voluntad” del gobierno federal y Grupo México para solucionar el conflicto, luego que el pasado viernes la Marina Armada de México tomó el control de las instalaciones y vías que se encontraban concesionadas al empresario Germán Larrea.

El ex jefe de la oficina de López Obrador detalló que el encuentro de esta mañana fue para una charla de amigos, donde “platicamos de todo y de nada”. Sobre el asunto que despertó alarmas a nivel internacional por la señal que representa la “ocupación temporal” de esta infraestructura ferroviaria, Romo aseguró que “Gracias a Dios que todo se debe de arreglar y todo se va a arreglar”.

Cuestionado sobre la legalidad de esta medida emprendida por la administración de la 4T, el antiguo enlace del político tabasqueño con el sector empresarial del país aseguró no tener un conocimiento profundo del tema, no obstante, expresó su confianza en una rápida solución entre las partes.

“No soy abogado, pero te digo: es que hay muy buena voluntad de todas las partes para arreglarlo, de lo que yo sé que sé poco”, indicó Romo al ser abordado por la prensa.

Este mismo martes por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que exista un rompimiento con el empresario minero y aseguró que, hasta donde él sabe, el conflicto por el tramo de 120 kilómetros de vías no incidirá en la compra del Banco Nacional de México (Banamex) y expresó que las pláticas con Grupo México siguen adelante en torno a Ferrosur.

López Obrador insistió en que no se trata de un asunto personal con Germán Larrea y sostuvo que tomar el control del tramo en disputa obedece a los intereses de la nación, pues para garantizar la viabilidad del Corredor Interoceánico era preciso contar con los derechos de vía en la zona de Coatzacoalcos, un punto estratégico no solo por el puerto, sino por la cercanía de la Refinería Olmeca de dos Bocas.

Un día antes, el mandatario federal reveló la razón por la cual se rompieron las negociaciones con Ferrosur y se tomó la decisión de tomar su control mediante un decreto.

“Vamos por partes. ‘Sí, sí, sí vamos a arreglarnos’. Yo no sé, vuelvo a que los abogados o asesores expertos mal aconsejan, y viene con una propuesta, que querían que les pagáramos nueve mil 500 millones de pesos. Pues así ya no se puede”, expresó este 22 de mayo el Ejecutivo en Palacio Nacional.

Ante las críticas por el decreto y la llegada de marinos a las instalaciones de la compañía de trenes de carga en el sureste mexicano, el presidente de la República reprochó la atención que ha recibido este asunto.

“Entonces vuelven con la cantaleta: ‘¡Es expropiación! ¡Qué barbaridad! Ya está México convertido en no sé qué país —como respeto tanto a otros países, ni lo menciono— la misma cosa”, dijo López Obrador.

Por su parte, la Marina Armada de México justificó la ocupación temporal al señalar la necesidad de tener el control operativo y administrativo de todas las líneas ferroviarias que forman parte del Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec.

El presidente López Obrador minimizó la polémica por lo que muchos consideraron una expropiación y señaló que durante su mandato lleva alrededor de 500 acciones de este tipo, de las cuales, la gran mayoría han sido concertadas con los particulares.