Para cerrar el último capítulo en la historia del controversial avión presidencial, que Andrés Manuel López Obrador utilizó para reclamar los excesos de administraciones pasadas, el pasado martes 16 de mayo el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, viajó por primera vez a bordo de la aeronave que compró a México, en una visita oficial a la República Popular China.
En su conferencia matutina del pasado lunes 15 de mayo, el mandatario mexicano confirmó que el avión presidencial ya se encontraba en Tayikistán, luego de un viaje de más de 11 horas desde San Bernardino, California, hacia el Aeropuerto Internacional de Dusambé.
De acuerdo con el Gobierno de Tayikistán, el presidente Emomali Rahmon se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, en la Cumbre de Jefes de Estado de China-Asia Central, así como con otros funcionarios y empresarios del país para “fortalecer y ampliar las relaciones de amistad y cooperación”.
Después de cuatro años, se cumple promesa de campaña
La aeronave Boeing 787-8 Dreamliner fue adquirida a finales de 2012 por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, aunque nunca llegó a utilizarla pues aterrizó en México cuatro años después, en febrero de 2016, bajo el mandato de Enrique Peña Nieto.
Al asumir la presidencia, tras el arrollador triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las elecciones del 1 de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a vender la aeronave, promesa que sostuvo desde su campaña.
El 20 de abril, el Gobierno Federal logró concretar la venta del avión presidencial TP-01 “José María Morelos y Pavón” por 92 millones de dólares, lo que alebrestó los ánimos de la oposición, pues el precio de adquisición de aeronave, en 2012, fue 218.7 millones de dólares.
Cuatro años y cuatro meses después, el Boeing 787-8 de lujo abandonó el país desde el pasado 28 de abril, al despegar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con destino a Tucson, Arizona, donde hizo una escala hacia su destino en Tayikistán para finalizar el proceso de entrega de la aeronave.
Para anunciar la compra, López Obrador compartió en redes sociales un video desde el interior de la aeronave y adelantó que el dinero obtenido se destinará a hospitales en zonas vulnerables del país.
“Informo al pueblo de México que hoy se celebró el contrato de compra-venta del avión presidencial. El gobierno de Tayikistán depositó mil 658 millones 684 mil 400 pesos, de conformidad con el avalúo oficial, a la cuenta del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Este dinero se invertirá en dos hospitales, en Tlapa, Guerrero y en Tuxtepec, Oaxaca, que serán inaugurados antes de terminar nuestro mandato”, anunció.
Por su parte, el director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Jorge Mendoza Sánchez, aseguró que el precio pactado por el Gobierno de la Cuarta Transformación “cumple con el avalúo que realizó el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales”.
Avión presidencial no se vendía “por lujoso”, explicó AMLO
“No lo podíamos vender por lo lujoso”, reconoció el mandatario tabasqueño el pasado 15 de mayo, durante su tradicional conferencia matutina, y reiteró que con el dinero obtenido se construirán dos hospitales.
“Se trata de un avión muy grande. No hay un avión así en el país de los que cubren las rutas. Hay para ir a Europa, para cruzar el Atlántico, pero ¿por qué no hay uno así en México? Porque este avión sólo se justifica si se vuela mínimo cinco horas diarias, y si uno usa el avión para ir a Guadalajara es inoperante. Técnicamente no conviene porque apenas está levantando y tiene que aterrizar. Es para viajes largos. No sé por qué compraron un avión tan grande”, inquirió.
Admitió que “tuvimos suerte”, pues el avión no tenía comprador a pesar de que fue ofrecido al actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a los exmandatarios Donald Trump y Barack Obama.