Este día, 13 de mayo de 2023, Eduardo Palomo habría cumplido 61 años, de no ser porque en 2003 el actor mexicano que tuvo su época de gloria en la pantalla en la década de los 90 sufrió un infarto fulminante que le quitó la vida.
Conocido por sus participaciones en múltiples programas y obras de teatro en los que actuó desde su adolescencia, pero sobre todo por darle vida al personaje de “Juan del Diablo” en la recordada telenovela ambientada a inicios del Siglo XX, Corazón Salvaje, de 1993, Palomo fue una figura de la actuación que vio terminada su vida de manera abrupta y en la cúspide de una aún prometedora carrera.
Diez años después de la gran popularidad que cobró al estelarizar el famoso melodrama épico de Televisa, Eduardo se había mantenido alejado de la pantalla mexicana por algún tiempo y se había mudado con su esposa Carina Ricco, con quien se casó en 1994, y sus dos hijos, Fiona y Luca, a Estados Unidos, donde ya comenzaba a recibir oportunidades.
Por aquel entonces, Palomo gozaba de su participación en la serie Kingpin con su personaje “Captain Lazareno” y comenzaba a darse a conocer en el medio estadounidense, pero la noche del 6 de noviembre de 2003, tras presenciar la proyección de una película argentina en el Festival de Cine Latinoamericano, acudió junto a su esposa, el director Sergio Arau y el actor Edward James Olmos a cenar a un restaurante de la avenida Melrose, en West Hollywood.
En algún momento de la velada, alguien contó un chiste y el actor comenzó a reírse, cuando en plena carcajada simplemente se desplomó, según los presentes, que de inmediato intentaron reanimarlo y buscar ayuda, y para cuando la atención médica llegó, el cuerpo de Eduardo Palomo yacía en el piso del restaurante.
El histrión que estudió Diseño Gráfico en la UNAM, carrera que abandonó por dedicarse a su verdadera pasión, la actuación, fue trasladado al hospital Cedars-Sinai y tras 45 minutos de intentar salvarle la vida mediante resucitación cardiopulmonar, los médicos lo declararon muerto a las 23:32 h, siendo la causa del deceso un infarto masivo al miocardio.
La muerte de Eduardo impactó a sus acompañantes y a todo el medio del espectáculo latino, pues “Juan del Diablo” llevaba una vida saludable, no fumaba ni consumía drogas, aunque después se reveló que el fallecido a los 41 años padecía una cardiopatía.
Su muerte fue declarada por causas naturales y el 10 de noviembre de aquel año su funeral fue celebrado en Los Ángeles, en la Iglesia de la Cienciología -doctrina que el actor profesaba-, donde además fue cremado. Tras repatriarlas a México, las cenizas de Palomo fueron esparcidas en el mar.
La muerte del galán de telenovelas es una de las tragedias más recordadas en el mundo de los espectáculos, y tiempo después dio pie a una ‘leyenda urbana’ en torno al actor, que lo involucra con el fallecimiento de tres de sus compañeras en pantalla.
Y es que dos años después del deceso del ganador del premio Ariel a ‘Mejor coactuación masculina’ por su papel en La mujer de Benjamín, el medio se volvió a vestir de luto con la abrupta muerte de Mariana Levy, quien protagonizó junto a Palomo la telenovela La pícara soñadora, en 1991.
La noticia impactó pues, al igual que el actor, Mariana murió de un ataque el corazón y de manera súbita cuando en la tarde del 29 de abril del 2005, la hija de Talina Fernández se dirigía con su esposo, hijos y algunos amigos de los menores a celebrar el Día del niño a Six Flags, en la Ciudad de México.
Y es que en el trayecto a bordo de su vehículo, Mariana y ‘el Pirru’ se percataron de que estaban a punto de sufrir un asalto y, ante el terror, la joven sufrió un infarto y falleció de inmediato a los 39 años.
Por otra parte, fue en febrero de 2015 cuando Lorena Rojas, con quien Palomo compartió en la telenovela Alcanzar una estrella ll y en la obra de teatro Una pareja con ángel, murió a causa de las afectaciones del cáncer de hígado que le fue diagnosticado en 2008, mismo que se había extendido a otros órganos. Lorena tenía 44 años y una carrera consolidada en el medio del entretenimiento mexicano.
Asimismo, Edith González, la recordada “Condesa Mónica De Altamira de Alcázar y Valle” de Corazón Salvaje, el éxito masivo que compartió con Palomo, murió el 13 de junio del 2019 a los 55 años a causa de un cáncer contra el que había luchado por 3 años.
La prolífica actriz comenzó su carrera siendo una niña en la década de los 70 y al paso de los años se convirtió en una de las histrionisas más respetadas de la pantalla y las tablas teatrales, por lo que su muerte significó una gran pérdida para el medio.