En medio de la crisis de salud pública que actualmente atraviesa Estados Unidos, el tema de las drogas sintéticas ha generado gran debate tanto al otro lado de la frontera como en territorio nacional, llegando incluso a tensar la relación diplomática entre México y Estados Unidos.
Y es que, aunque la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) acusó al Cártel de Sinaloa -considerado como una de las organizaciones criminales más peligrosas y poderosas de México- y en especial a la facción de “Los Chapitos” de encabezar la operación de tráfico de fentanilo más mortífera y prolífica del mundo, en más de una ocasión el Gobierno de México ha negado la producción del potente opioide sintético en territorio nacional.
Dichas posturas contrapuestas fueron utilizadas por la periodista especializada en temas de crimen organizado, Anabel Hernández, para evidenciar que, más allá de la crisis nacional que enfrenta el país de las barras y las estrellas, en México se ha disparado el consumo de drogas sintéticas.
En una columna de la reconocida escritora publicada por DW el pasado 4 de mayo, Anabel Hernández aseguró que la estrategia de seguridad contra el crimen organizado de “abrazos, no balazos” impulsada por Andrés Manuel López Obrador y su administración ha comenzado a dejar estragos en la sociedad mexicana, entre los que destacó una violencia persistente y un aumento en la producción y tráfico de drogas.
Dicha premisa fue sustentada con los resultados del Informe sobre la Estrategia Para el Control de Drogas (INCSR) del 2023 publicado por el departamento de Estado de Estados Unidos.
El informe, consultado y citado por Anabel Hernández, reveló que el consumo de alcohol y marihuana en México disminuyeron ligeramente en México, en tanto que la demanda y adicción a drogas sintéticas -como la metanfetamina- aumentaron considerablemente.
“En 2021 la cifra de personas adictas a esa sustancia se elevó al 36%, más del doble junto con un número creciente de muertes relacionadas con sobredosis de drogas”, se lee en el artículo publicado en el medio DW.
La escritora de libros como Emma y las otras señoras del narco detalló que uno de sus colaboradores del Centro de Integración Juvenil (CIJ) le señaló que desde hace meses existen indicadores preocupantes del aumento del consumo de drogas durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. No obstante y de acuerdo con la fuente de Anabel Hernández, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) no ha querido realizar la encuesta nacional de adicciones -que debe realizarse cada cuatro años- para mantener oculta la dimensión del problema.
“Desgraciadamente México no ha hecho nada en materia de política contra las drogas desde hace muchos años, y de ahí la relación bilateral tan complicada que estamos teniendo con Estados Unidos”, señaló el colaborador del Centro de Integración Juvenil (CIJ) a Anabel Hernández.
Bajo ese tenor, la periodista citó al Informe sobre la Estrategia Para el Control de Drogas (INCSR), el cual señaló que pese a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se comprometió a reducir el crimen y la violencia a través de programas sociales, las acciones adoptadas no han sido suficientes para frenar la violencia de los cárteles de la droga, la producción y tráfico de fentanilo, de drogas, ni la impunidad.
Del mismo modo, el informe del Departamento de Estado citado por Anabel Hernández acusó que existe una falta de financiación de instituciones del sector de la seguridad y la justicia tanto a nivel federal como subnacional, lo que calificaron como un “motivo de preocupación”.
Con dichos precedentes Anabel Hernández concluyó que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador la corrupción gubernamental que protege a los cárteles de la droga ha aumentado la producción y tráfico de drogas, ha disminuido la erradicación de cultivos y ha disparado el consumo interno de drogas.