Falta de dinero y una guerra contra Alemania: las razones por las que cayó el Segundo Imperio Mexicano

El pasado viernes se conmemoró una de las fechas más importantes en la historia de México: la Batalla de Puebla, en la que, el cinco de mayo de 1862, el Ejército mexicano venció al Ejército francés, esto, a pesar de que todos los pronósticos le daban la victoria a los franceses, quienes en ese momento invadieron México, luego de que el presidente de México en ese entonces, Benito Juárez, cancelara el pago de la deuda externa.

Esta decisión del gobernante mexicano hizo que sus acreedores financieros se molestaran, y unieran fuerzas Inglaterra, España y Francia, quienes amenazaron con atacar el país si no se reanudaban los pagos, que habían sido cancelados porque México estaba en la quiebra financiera, luego de tres años en los que se llevó a cabo la Guerra de Reforma, también conocida como la Guerra de los Tres Años, una guerra civil en la que se enfrentaron los bandos conservadores y liberales, luego de que se decretaran las Leyes de Reforma, en la que se cambiaban varias cosas en el país, como los privilegios a la iglesia.

Tras algunas negociaciones, España e Inglaterra decidieron retirarse de México, sin embargo, Francia vio una oportunidad para invadir el país y expandirse en América, aprovechando que Estados Unidos estaba distraído con la guerra civil conocida como Guerra de Secesión.

Sin embargo, aunque México logró ganar esa batalla, que significó mucho, la realidad es que perdió la Guerra contra Francia, cuyo gobernante, Napoleón III, impuso a un emperador en México en el periodo que se conoció como el Segundo Imperio de México.

Debido a la inminente llegada del Ejército francés a la Ciudad de México, el presidente Benito Juárez y sus ministros abandonaron la capital el 31 de mayo de 1863. Se dirigieron al norte con la intención de buscar ayuda económica del Gobierno de Estados Unidos, comenzando un gobierno itinerante.

Mientras el Ejército francés entraba a la Ciudad de México el 17 de junio de 1863, bajo el mando del comandante François Achille Bazaine, grupos conservadores mexicanos en Europa se encontraban en busca de un miembro de las casas monárquicas para invitarlo a México como emperador.

Luego de varias negociaciones con Napoleón III, se decidió invitar al archiduque Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota a convertirse en emperadores de México. Tras convencerlos, Maximiliano renunció a sus títulos y se embarcó a México.

La pareja imperial llegaría a la Ciudad de México el 12 de junio de 1864, respaldados tanto por los ejércitos belga y austriaco, como por los conservadores mexicanos y los franceses.

Tras la coronación de Maximiliano, oficialmente en México existían dos formas de gobierno: la República, con Benito Juárez a la cabeza, y el Imperio, impuesto por franceses y conservadores, y al mando de Maximiliano.

Sin embargo, las ideas liberales del emperador austriaco, quien insistió en mantener la mayoría de las Leyes de Reforma, provocaron que perdiera apoyo de los conservadores. Por otra parte, generales liberales, como Juan de la Luz Enríquez, los hermanos Díaz, Félix y Porfirio, y Mariano Escobedo seguían comandando batallones que ganaban terreno al Ejército Francés.

Una serie de eventos internos y externos, finalmente propiciaron el fin de la Segunda Intervención Francesa y, por ende, la caída del Imperio. Estos fueron el final de la Guerra de Secesión, que permitió a los Estados Unidos brindar un préstamo a Benito Juárez y a los Ejércitos Liberales.

Además, en 1867 Napoleón III retiró sus tropas de México para evitar el expansionismo de Prusia, ahora Alemania, lo que desató la guerra Franco-Prusiana, además de que a Francia le costaba mucho dinero tener a sus tropas en México. Otro de los factores, fue que Maximiliano no había logrado formar un Ejército Imperial y carecía de recursos económicos para reunir uno propio. Carlota acudió a Europa en busca de apoyo, pero no lo consiguió.

A mediados de 1867, el Ejército de Juárez ya había alcanzado a dominar gran parte del territorio perdido y Maximiliano se encontraba sitiado en Querétaro, junto a sus generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía. El 19 de junio de ese año, los tres serían ejecutados en el Cerro de las Campanas, Querétaro, dando fin al Segundo Imperio de México.