El presidente Andrés Manuel López Obrador inició desde hace unas semanas una dura crítica hacia el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), un órgano autónomo del cual ha llegado incluso a pedir su extinción.
No han sido pocas las ocasiones en las que el presidente López Obrador ha arremetido en contra de este instituto en su conferencia mañanera, principalmente luego de que vetó el nombramiento de dos comisionados, en un hecho que llevó al INAI a carecer de quorum legal y no poder sesionar.
La situación ha desencadenado que haya solicitudes de información que no han podido ser resueltas, y es también un hecho que ha llevado a que una jueza federal emita una suspensión en la cual ordena al Senado de la República a realizar los nombramientos.
“Los nombren o no los nombren, para qué sirven. No sirven para nada. (...) Nada más era una fachada para encubrir corruptelas de los funcionarios”, dijo el presidente López Obrador en una de sus mañaneras que dedicó a las críticas hacia el INAI.
Sin embargo, fue hasta el pasado martes 2 de mayo cuando la comisionada Julieta del Río Venegas reveló que incluso el presidente echó mano del Instituto Nacional de Transparencia en uno de sus libros.
Fue en una conferencia de prensa a poco más de un mes de que el INAI dejó de sesionar que la comisionada señaló al presidente de acusar al presidente López Obrador de sacar provecho de este instituto. Sin embargo, lo que la comisionada no mencionó es que en este mismo libro el mandatario federal critica la labor del instituto frente a actos de corrupción de otros sexenios.
Se trató del libro 2018 La Salida. Decadencia y renacimiento de México, el cual fue editado por Planeta y en el cual inició reafirmando su “postura de que la corrupción es el principal problema de México”.
A lo largo de las más de 170 páginas que conforman este libro, el Presidente habla sobre privatización como un sinónimo de robar, del otorgamiento de contratos y sobre los empresarios, a quienes se refiere como “delincuentes de cuello blanco”, pero también sobre su postura frente al rescate del Estado y la austeridad republicana.
AMLO realizó solicitudes de información al INAI
El presidente señaló que es interesante analizar los pormenores de las pensiones que reciben los expresidentes, así como sus familias. Y es en ese momento que lanzó su propuesta de eliminarlas.
La solicitud ante el INAI tuvo como propósito conocer cuánto se ahorrará al eliminar las pensiones de los expresidentes, así como un acuerdo en el cual se explora retirar las pensiones de personal militar que recibía en ese entonces una pensión vitalicia equivalentes, dijo, a las remuneraciones de un secretario de Estado.
Con ayuda del INAI, el presidente mostró los montos que se pagarían en el año 2017 a los expresidentes y a sus viudas, de conformidad con los acuerdos de Luis Echeverría y Miguel de la Madrid.
“Costo anual bruto estimado de los expresidentes conforme a los acuerdos emitidos y consulta al INAI”, se llama la tabla en la que el mandatario reveló que realizó la solicitud de información foliada con el número 0210000089216.
De la solicitud encontró que a la viuda de José López Portillo se otorgó en aquel año un monto por un millón 688 mil 736 pesos; en el caso de Miguel de la Madrid, el monto por sueldo anual para su viuda fue de 2 millones 026 mil 483 pesos.
Mientras que en el caso de Luis Echeverría, quien murió en julio de 2022, el monto por sueldo anual fue de 3 millones 432 mil 472; en el caso de Carlos Salinas fue de apenas 55 mil pesos, lo mismo que con Ernesto Zedillo.
Para el caso de Vicente Fox fue de 3 millones 432 mil 472 pesos, lo mismo que para el caso de Felipe Calderón.
Aunque en el mismo libro el mandatario federal señaló que el INAI es un instituto con “funcionarios bien pagados” y con un presupuesto de mil millones de pesos, y que se ha dedicado a encubrir la corrupción, también echó mano de la información que concentra.