Más de 365 han transcurrido desde que el cuerpo de la joven Debanhi Escobar Bazaldua fue localizado al interior de una cisterna del Motel Nueva Castilla ubicado en el municipio de Escobedo, Nuevo León y la herida aún continúa abierta y latente tanto para sus familiares y amigos como en parte de la sociedad mexicana que se conmocionó con su feminicidio.
Si bien el nombre de la joven estudiante de derecho se sumó al enorme listado de todas las mujeres que han sido víctimas de violencia de género en México, la mediatización de su caso dejó expuestos los estragos que dicha problemática social ha dejado a su paso en el país pero también la incapacidad que tienen las autoridades para garantizar el acceso a la justicia.
Omisiones, inconsistencias y encubrimientos son algunos de los factores que se han hecho presentes en las investigaciones del feminicidio Debanhi Escobar, no obstante y aunque la Fiscalía General de la República (FGR) atrajo el caso, a un año y un día del hallazgo de su cuerpo únicamente han sido vinculadas a proceso dos personas, mientras que la duda e incertidumbre sobre lo que pasó aquella noche de su desaparición prevalecen.
Las omisiones de la FGE en las primeras investigaciones
La fotografía de Debanhi Escobar parada sobre la carretera se convirtió en la primera insignia de su búsqueda luego de que sus familiares y amigos perdieran todo tipo de contacto con ella durante las primeras horas del 9 de abril.
Fueron los padres de la joven de 18 años -Mario Escobar y Dolores Bazaldua- quienes reportaron la desaparición de su hija ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Nuevo León, no obstante, la lentitud en el actuar de la dependencia los orilló a encabezar una búsqueda con sus propios medios difundiendo la fotografía de Debanhi a través de redes sociales y volanteando en las zonas en donde había sido vista por última vez.
Un par de videos en los que se aprecia a la joven estudiante de derecho caminar sola en la carretera durante la madrugada apuntaron a un nuevo sitio en la investigación: el Motel Nueva Castilla. Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) presuntamente revisó en al menos dos ocasiones las instalaciones sin encontrar ningún indicio sobre el paradero de Debanhi Escobar.
No obstante y pese a la desesperación de los padres de la joven por encontrar a su hija, las primeras pesquisas que personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó en el Motel Nueva Castilla fueron superficiales e infundadas de acuerdo con el testimonio de una de las empleadas del lugar.
“Me dijeron que si les daba permiso de inspeccionar toda el área, checaron todo el hotel, todas las habitaciones, checaron todo y se fueron”, se escucha mencionar a una empleada del Motel Nueva Castilla en uno de los primeros videos que el youtuber Mafian TV realizó como cobertura del caso.
En ese mismo material la mujer, cuya identidad no fue revelada, aseguró que el Motel no pudo proporcionar información sobre la desaparición de Debanhi Escobar ya que las cámaras que hay en los alrededores no son de grabación sino de monitoreo; la Fiscalía General del Estado (FGE) tampoco realizó una orden de cateo sino que únicamente “pidió permiso” a los empleados para inspeccionar.
La omisión que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Nuevo León tuvo en el Motel Nueva Castilla durante los días que Debanhi Escobar estuvo desaparecida fueron también evidenciados en la cobertura que el controversial youtuber realizó sobre el caso. Y es que, en su afán de ganar seguidores, Mafian TV recorrió el mismo trayecto que Debanhi Escobar el día de su desaparición, incluyendo el motel.
Al influencer se le aprecia adentrándose en las instalaciones del Motel Nueva Castilla sin restricción alguna, incluso, tuvo acceso a los testimonios de locatarios de la zona y a las cámaras de seguridad que pudieron haber captado indicios de la desaparición de la joven estudiante de derecho.
La misma noche que el video del recorrido de Mafian TV fue publicado en YouTube, autoridades reportaron el hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar en una de las cisternas del Motel Nueva Castilla, desatando así una oleada de indignación por las múltiples inconsistencias en el actuar de las autoridades que, a un año del feminicidio, continúan sosteniendo la impunidad en el caso.