“No soy la persona que ellos creen, que reclama hoy Estados Unidos”, dijo el pasado jueves 8 de marzo, durante la audiencia en la que se examinó la petición de extradición que presentó en su contra el gobierno de Estados Unidos, el hijo del Chapo, Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”.
Después de que el pasado 5 de enero efectivos del Ejército y la Guardia Nacional se enfrentaran con soldados del Cártel de Sinaloa, quienes intentaron evitar a toda costa la detención del Ratón, dejando un saldo de 29 muertos, Guzmán López fue trasladado al Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México, con sede en el penal de “El Altiplano”.
Desde allí compareció en una audiencia que duró más de cinco horas. Los ocho abogados que conforman la defensa de Ovidio Guzmán le aseguraron a un juez de la Fiscalía General de la República (FGR) que su cliente no era la persona que todo el mundo —incluidas las fuerzas armadas mexicanas— señalaban, y que por lo tanto no debía ser entregado a las autoridades estadounidenses.
La corte federal del distrito Sur de Nueva York lo señaló como el principal exportador a Estados Unidos de fentanilo, la droga que cobra un promedio de 196 muertes al día en Estados Unidos, según los más recientes reportes del Departamento de Justicia de aquel país.
Sin embargo, a pesar de la estrategia que encabezan Ovidio y su defensa, la cual consiste en negar su identidad y hacerse pasar por otra persona, es muy poco probable que ésta surta el efecto deseado, pues la Coordinación General de Servicios Periciales, de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), cuenta con una herramienta tecnológica que es capaz de demostrar, sin dejo de duda, que Ovidio es realmente la persona que busca Estados Unidos.
Cómo funciona
El software Animetrics, creado en Estados Unidos en 2004 y adquirido por México en 2015, es considerado como una de las principales herramientas en reconocimiento facial.
Esto se debe en gran parte a que Animetrics vende su software a departamentos de policía de Estados Unidos y otros países. Algunos de sus clientes más destacados son los departamentos de policía de Nueva York y Seattle, que utilizan la tecnología para identificar a delincuentes.
Y aunque el reconocimiento facial tiene algunas limitaciones en lo que se refiere a la iluminación y la posición del rostro, Animetrics también vende a los departamentos de policía una herramienta que permite preprocesar y postprocesar imágenes incompletas para construir una representación completa de la cara de un individuo a partir de una o varias fotos.
La herramienta también puede resultar útil cuando una búsqueda en una base de datos arroja varias coincidencias, ya que permite comparar la geometría de las cejas o la nariz, entre otras funciones.
Animetrics arrancó trabajando con el Departamento de Defensa de EEUU, desarrollando herramientas para mejorar el software de reconocimiento facial utilizado en Afganistán para identificar a los terroristas de la lista de vigilancia del ejército estadounidense. Pero con el tiempo la empresa empezó a vender su algoritmo de reconocimiento facial a empresas interesadas en crear su propia aplicación.
En México, para poder prácticar este tipo de análisis debe primero existir un oficio del agente del Ministerio Público de la Federación en donde se solicite a la Agencia de Investigación Criminal, concretamente la Coordinación General de Servicio Periciales, ese tipo de peritajes.
Dicha área de la Fiscalía General de la República —la cual fue impulsada por la entonces Iniciativa Mérida— cuenta con laboratorios y equipamiento de alta tecnología, de las mejores a escala mundial, tanto en microscopía como identificación fisonómica.