Actualmente se encuentran detenidos en nuestro país cinco personajes pertenecientes al mundo del narcotráfico que pudieran ser extraditados a Estados Unidos, donde, en caso de que procedan las solicitudes, deberán enfrentar la justicia tal como lo hizo en el pasado Joaquín Guzmán Loera o Benjamín Arellano Félix, uno de los líderes del Cártel de Tijuana.
La lista es encabezada por uno de los capos más conocidos de los últimos años, se trata de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, quien fue aprehendido el pasado 5 de enero mediante un operativo encabezado por elementos de seguridad de Estados Unidos en conjunto con la Secretaría de Marina. Tras el suceso, Culiacán, municipio que se convirtió en una zona de guerra.
Enfrentamientos armados se desencadenaron por toda la zona, se reportó la muerte de 10 soldados y 19 presuntos integrantes del crimen organizado, de acuerdo con los informes oficiales no hubo ninguna muerte civil que lamentar.
Desde aquel momento Ovidio Guzmán se encuentra tras las rejas, en un constante vaivén entre suspensiones provisionales y definitivas para evitar su extradición inmediata a Estados Unidos.
El pasado 7 de marzo cuando el juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya, prisión donde está recluido “el ratón” le informó que existe una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos para que lleve su proceso legal en el país vecino y sea juzgado en una corte de Illinois y en una de Nueva York por 11 cargos en su contra, de los cuales destacan: tráfico y distribución de cocaína, lavado de dinero y delincuencia organizada.
Sin embargo, el hijo de Joaquín Guzmán Loera no es el único narcotraficante mexicano tras las rejas que podría ser extraditado en un futuro a Estados Unidos.
En la lista figura uno de los capos más conocidos en la historia de México, se trata de Rafael Caro Quintero, apodado “el narco de narcos”, líder del Cártel de Guadalajara en la década de los años ochenta. En aquel momento se convirtió en uno de los criminales más buscados por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la DEA, por su participación en el asesinato de uno de sus agentes infiltrados Kiki Camarena.
En 1985 fue capturado por las autoridades mexicanas, sin embargo salió en libertad en 2013 de manera inesperada y controversial, sobre todo porque le faltaba cumplir 12 años de condena. tuvieron que pasar 9 años para que, en 2022, fuera reaprehendido y trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano.
Un año pasó y Estados Unidos está a la espera de poder extraditarlo por el homicidio del agente de la DEA, pero por el momento no es posible porque existe una suspensión definitiva concedida a Quintero para evitar su extradición inmediata a Estados Unidos.
El tercero tiene por nombre Abigael Gonzáles Valencia, alias “el Cuini”. Fue uno de los líderes del temido Cártel Jalisco Nueva Generación, calificado como la organización criminal más poderosa de nuestro país. “El Cuini” fue detenido en 2015 en Puerto Vallarta y desde ese momento sus abogados lograron mantenerlo en México durante estos ocho años a pesar de existe una solicitud formal de extradición.
El siguiente en la lista es Miguel Ángel Treviño, el “Z40″, líder de Los Zetas, cártel conocido por sus altos niveles de crueldad y como uno de los grupos criminales más sanguinarios. El capo se hizo famoso por desmembrar y “cocinar” a sus víctimas. Fue detenido en julio de 2013.
En marzo de 2021 se informó sobre posibles amenazas del “Z-40″ para que el Poder Judical de nuestro país frenara su extradición, sin embargo se le negó en múltiples ocasiones una suspensión provisional para que no fuera enviado a Estados Unidos, de todos los enlistados es el que podría estar más cerca de ser juzgado en el país de las barras y las estrellas.
Por último tenemos a otro exlíder de Los Zetas y hermano del “Z-40″, se trata de Omar Treviño, conocido como el “Z-42″. Fue detenido dos años después que Miguel Ángel. Es vinculado con la muerte de 72 migrantes que fueron asesinados en Tamaulipas. Además se cree que ordenó la muerte de más de 2 mil personas.
Cuenta con una orden de extradición a Estados Unidos, pero sus abogados lograron mantenerlo en México por más de 8 años. A los dos hermanos se les acusa en el país vecino del norte por tráfico de cocaína y lavado de dinero.