Turistas estadounidenses narraron los horrores que vivieron durante el secuestro en Matamoros

Durante la mañana del viernes 3 de marzo, la localidad de Matamoros, Tamaulipas decenas de testigos escucharon el sonido de la ráfaga de balas que impactó contra una camioneta en la que viajaban cuatro turistas de origen estadounidense, quienes después fueron subidos por hombres armados a un vehículo. A partir de ahí se perdió el contacto con sus familias.

Las cuatro personas fueron secuestradas esa mañana, y ante el reclamo desde Estados Unidos, las autoridades mexicanas emprendieron una intensa búsqueda por varias zonas de la llamada “frontera chica”.

En un rancho ubicado en una zona despoblada, un par de ellas fueron encontradas sin vida, mientras que las otras dos fueron presentaban heridas de gravedad y con signos de trauma por los cuatro días del horrible cautiverio. Una vez puestos a salvo, fueron entregados de inmediato a las autoridades norteamericanas para recibir atención médica.

Después de un mes de rehabilitación física y mental, los turistas LaTavia Washington McGee y Eric Williams contaron por primera vez ante las cámaras de CNN la traumática experiencia de su secuestro.

LaTavia y Eric salieron de Texas junto a sus amigos Shaeed Woodard y Zindell Brown para una cita médica en la zona fronteriza de México, sin embargo, la camioneta en donde viajaban fue interceptada por una célula del crimen organizado. Cuando el grupo se percató que eran seguidos por personas armadas, Shaeed y Zindell intentaron huir a pie, momento en que fueron abatidos por los criminales.

Cuando los perseguidores llegaron a la camioneta, comenzaron a golpear el vidrio, momento en el que Eric trató de saltar por el lado del conductor, pero fue en ese momento en el que le dispararon en ambas piernas, herida que aún lo mantiene en silla de ruedas, como se apreció durante el programa televisivo.

Los cuatro fueron subidos a la fuerza a un camión, últimos momentos en los que Shaheed estuvo con vida. Así lo relató Eric a CNN.

“Ahí fue donde Shaeed dijo: ‘los quiero a todos y me voy’. Y murió allí mismo”.

Tras el viaje en camión, los cuatro estadounidenses fueron trasladados a una especie de casa donde los esperaban varios hombres con máscaras de “demonios” y completamente armados, asegurándose que los cautivos nunca levantaran la vista.

Williams relató que le cosieron la herida de sus piernas sin anestesia sobre una mesa de madera; mientras tanto, LaTavia fue encerrada en un cuarto junto a Zindell, quien se encontraba malherido y moribundo. Así contó LaTavia los últimos momentos que vivió junto a su amigo:

“Estaba luchando por su vida y no hicieron nada. Hablé con él todo el tiempo... Sólo le dije que lo sentía porque le había pedido que viniera conmigo. Me dijo: ‘No pasa nada. Soy tu hermano. Se supone que tengo que estar ahí para ti. Te quiero”.

Los secuestradores aseguraron que llevarían a Zindell a un hospital, sin embargo, falleció poco más de una hora más tarde.

Durante la entrevista, Eric y LaTavia confesaron que los secuestradores les ordenaron tener relaciones sexuales entre ellos. Los hermanos se negaron, argumentando que eran familia y que LaTavia estaba embarazada. Ninguno de los dos confirmó si los secuestradores cumplieron con su cometido.

Eric y LaTavia durmieron unas horas, exhaustos por la horrible experiencia. Al despertar, estaban en un cuarto oscuro con un hombre que les dijo lo siguiente:

“No podemos hacer nada para traer de vuelta a sus dos hermanos. Pero lo sentimos. Alguien tomó la decisión equivocada. Estaban drogados y borrachos”.

Finalmente, los hermanos fueron vendados y los subieron a un camión. Williams aseguró que pusieron los cuerpos de sus amigos asesinados encima de él para mantenerlo oculto.

“Tenían escáneres policiales y todo tipo de material en sus camiones. Sabían lo que estaba pasando. Siempre iban un paso por delante. Así que yo pensaba: ‘nunca nos van a encontrar así'”, declaró McGee sobre el equipo de punta que tenía la organización. Sin embargo, Eric y LaTavia fueron abandonados en una cabaña, donde fueron encontrados el 7 de marzo.

El Cartel del Golfo se adjudicó el secuestro, asegurando que fue un error por parte de elementos de la organización, los cuales, fueron entregados a las autoridades por el mismo Cartel del Golfo; esto junto a una carta que decía lo siguiente:

“El Cártel del Golfo, Grupo Escorpiones, reprueba energéticamente los hechos del día viernes 3 de marzo pasado, en donde desafortunadamente falleció una persona inocente madre trabajadora y fueron secuestrados 4 ciudadanos americanos, de los cuales 2 fallecieron, por ello hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.