Desapariciones, muertes y secuestros: el infierno imparable que padecen migrantes en México

La masacre de San Fernando, Tamaulipas, ocurrida en 2010, destapó el horror en que se convirtió nuestro país

Migrantes llevaron a cabo una representación del Viacrucis esta Semana Santa, 2023. REUTERS/Daniel Becerril

A solo una semana del incendio en una estación migratoria en Ciudad Juárez, con un saldo de 40 personas fallecidas, una nueva tragedia dejó al descubierto los peligros y delitos de lo que son víctimas los migrantes a través del territorio mexicano, pues en San Luis Potosí fueron encontrados este jueves más de 100 personas extranjeras secuestradas por un grupo criminal que opera desde Doctor Arroyo, en el estado de Nuevo León.

La masacre de San Fernando, Tamaulipas, ocurrida en 2010, destapó el horror en que se convirtió nuestro país, donde los criminales cruzaron los límites de la crueldad y asesinaron a 72 personas en un rancho donde se les tenía retenidos.

Solo en el año 2022, se registró la muerte de 955 personas migrantes en territorio mexicano, de acuerdo con la Organización Internacionales para las Migraciones (OIM), la cual advirtió que las condiciones adversas inician desde la frontera sur del país.

Miles de migrantes se encuentran varados en las ciudades fronterizas, donde centenas de ellos han perdido la vida. REUTERS/Jose Luis Gonzalez

En el año pasado, en Chiapas, frontera con Guatemala, se tuvo conocimiento de 45 muertes, mientras que en la franja fronteriza norte, es decir la que corresponde con EEUU, se presentó el mayor número de decesos, con 688, la mayoría de ellos por ahogamiento en el Río Bravo.

Accidentes, como sucedió con el tráiler que volcó con 150 migrantes en un carretera chiapaneca en diciembre de 2021, la violencia de los cárteles de la droga y la falta de acceso a los servicios de salud, son otras de las condiciones que terminan cobrando centenas de vidas a lo largo del país.

En lo que va de este 2023, dos numerosos grupos de migrantes sufrieron las condiciones que imperan en México, tanto del gobierno federal como del crimen organizado.

Hace un par de semanas, en un albergue del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez,, 68 personas estaban bajo la custodia de personal del gobierno al momento en que un incendió se expandió rápidamente. De ellos, 40 resultaron muertos y casi una treintena resultó con graves lesiones.

El pasado 4 de abril se reportó la desaparición, en San Luis Potosí, de un grupo de 23 supuestos turistas de Guanajuato. Tres días más tarde, las autoridades localizaron a un centenar de personas que permanecían retenidas por criminales.

Entre las imágenes que se han vuelto recurrentes, agentes de la Fiscalía General de la República escoltando desde una casa a más de un centenar de indocumentados secuestrados. EFE/ Luis Torres

La noche del jueves, el gobernador de Guanajuato, Sinhue Rodríguez, informó sobre la localización de este grupo, sin embargo, no ofreció más detalles sobre la identidad de las víctimas.

A través de distintos operativos se logró ubicar a más de 100 personas, en su mayoría migrantes, que se encontraban en diversas casas de seguridad en la zona colindante de San Luis Potosí con Nuevo León.

En una zona semidesértica se ubicó al grupo de 35 personas, entre ellas las 23 que contaban con reporte de desaparición mientras circulaban por una carretera estatal con rumbo a Coahuila, un estado fronterizo con EEUU.

En el sitio, uno de los chóferes de las unidades que transportaban a los desaparecidos fue hallado sin vida, detalló el jueves la fiscalía de SLP.

Como parte del operativo las autoridades ubicaron además en la zona una casa de seguridad donde se mantenían recluidos a otros nueve migrantes y 11 más fueron rescatados en un hotel, además de otros 45 que habían sido interceptados por la delincuencia organizada cuando viajaban en un autobús.

Cada año, miles de migrantes atraviesan el país buscando llegar a Estados Unidos, pero en su largo trayecto suelen ser víctimas del crimen, pero también extorsionados por servidores públicos. Las violaciones sistemáticas a los derechos de migrantes le han valido a México serias críticas.

Desde 2019, México implementó una política migratoria más agresiva para contener el tráfico de personas procedentes de Centroamérica y el Caribe, pero las críticas al gobierno se deben a que las acciones gubernamentales no consideran el combate frontal a los grupos del crimen organizado que encontraron en la migración un lucrativo negocio.