Siete presuntos sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) detenidos y dos elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán asesinados fue el saldo que dejó un enfrentamiento armado ocurrido en el fraccionamiento Misión del Valle, en Morelia, la tarde del 4 de abril.
De acuerdo con la relatoría compartida en un comunicado oficial de la institución, todo comenzó alrededor de las 15:00 horas, cuando personal del Grupo de Reacción Interinstitucional (GRI) realizaba trabajos de investigación en la referida localidad. En el operativo participaban agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN) y la FGE.
Durante los recorridos de vigilancia, miembros de las diferentes corporaciones vieron un automóvil Nissan March estacionado sobre la calle Convento de Teposcolula, lo que llamó su atención, debido a que sus características coincidían con las de un vehículo contemplado en diversas carpetas de investigación.
Mientras los uniformados avanzaban hacia la unidad con el objetivo de realizar una inspección, un sujeto caminaba en la misma dirección. Este último, al ver al conjunto de elementos de seguridad, corrió hacia la calle Convento de Yautepec y entró a una casa desde donde, de un momento a otro, comenzó una lluvia de balas en contra de los agentes.
Debido a la repentina agresión, tanto los castrenses como los policías de la Fiscalía tuvieron que replegarse y resguardarse detrás de sus vehículos. Otros decidieron ponerse a cubierto detrás de los muros de otros inmuebles del fraccionamiento.
Para repeler el ataque se solicitó apoyo de la Guardia Civil (GC) y de la Policía local, corporaciones que desplegaron un intenso operativo en el área. Incluso fue necesaria la participación de un helicóptero Black Hawk artillado de la Guardia Nacional para poder restablecer la tranquilidad y neutralizar a los agresores.
A causa de las ráfagas provenientes del inmueble en el que se encontraban los atacantes —que según versiones extraoficiales serían sicarios del CJNG— fueron asesinados Yonathan Jorge Pineda Guzmán y Édgar Eduardo Delgado Bedolla, ambos agentes de la Policía de Investigación. Además, un miembro de la GN, cuya identidad no fue revelada, resultó herido, por lo que tuvieron que trasladarlo al Hospital Central Militar de la Ciudad de México.
Una vez que el fuego cesó y las autoridades pudieron aproximarse a la vivienda, fueron detenidos tres de los agresores, mientras que el resto salió por la parte posterior del domicilio y trató de resguardarse en otra vivienda del fraccionamiento. Gracias a las acciones en aire, estos últimos también fueron localizados y, posteriormente, aprehendidos.
Las siete personas capturadas tras el enfrentamiento fueron identificadas como Carlos Eduardo “N”, de 20 años; José Efraín “N”, de 21; César Alejandro “N”, de 44; Yonathan Alejandro “N”, de 29 años; y Julio Alberto “N”, 40 años, originarios de Jalisco, así como Saúl “N”, de 40 años e Iván “N”, de 20 años de edad, originarios de Huetamo y Morelia, respectivamente. Todos fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público.
Además de dichas detenciones, las distintas corporaciones lograron asegurar siete armas de fuego (cinco largas y dos cortas), las cuales eran de uso exclusivo del Ejército. De igual modo, confiscaron cargadores, cartuchos útiles y equipo táctico, así como diversas cantidades de hierba con las características de la marihuana y una sustancia cristalina que, aparentemente, sería metanfetamina.
Al finalizar el intenso enfrentamiento, la zona quedó bajo resguardo de las instituciones con el fin de proteger a la ciudadanía que se encontraba a los alrededores. Los cuerpos de los policías ejecutados fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para que se les practicara la necropsia correspondiente y continuar con las investigaciones tendientes al esclarecimiento de los hechos.