El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reprobó nuevamente el proceso de acusación judicial que enfrenta el expresidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump e insistió que se trata de una estrategia política para impdirle llegar nuevamente al poder.
Desde su conferencia matutina de este 5 de abril, el Jefe del Ejecutivo consideró que los cargos criminales que se le adjudican por falsifiar registros comerciales estarían encaminados a desprestigiar su imagen con miras a las elecciones presidenciables del 2024 en aquél país.
“No debe de utilizarse lo jurídico; los asuntos supuestamente legales con propósitos políticos electorales. Por eso no estoy de acuerdo con lo que le están haciendo al ex presidente (Donald) Trump”.
“No impedirle a nadie que participe. Y pueden decir: ‘Es que legalmente sí pueden participar’. (...) Puede participar pero de todas maneras está expuesto a una campaña de desprestigio”, aseveró.
Aunque el mexicano reconoció que, de acuerdo con las leyes norteamericanas, el proceso abierto en la Corte de Manhattan no impide a Trump participar en la elección presidencial del próximo año, reprochó que en el fondo se trate de afectar la imagen del republicano entre los votantes de aquél país.
Además, cuestionó los señalamientos en contra del también empresario norteamericano por el tiempo que habría transcurrido desde los presuntos hechos hasta la denuncia. Esto, sin atreverse a apostar por la culpabilidad o inocencia del ex presidente de EEUU.
“Me llama la atención que lo estén acusando de algo que sucedió en el 2000 o en el 2006. (...) Si fue en el 2000 ¿Cuántos años lleva? 23. ¿Y si fue en el 2006 cuántos años lleva? 17.″, declaró.
Por ello, el mandatario mexicano expresó su empatía con Trump, pues recordó que en 2005 desde el gobierno de Vicente Fox se impulsó su desafuero como Jefe de Gobierno con el objetivo de impedir la participación del tabasqueño en la elección federal de 2006.
Trump fue acusado ante un tribunal de NY
Este martes, el ex presidente de los EEUU se presentó ante un tribunal de la ciudad de Nueva York, donde los fiscales lo acusaron de 34 cargos de delitos graves por falsificación de registros contables para entorpecer una investigación en su contra sobre los pagos a dos mujeres a cambio de no hablar de las relaciones personales que sostuvieron con el magnate.
Aunque el ex presidente se declaró no culpable, se convirtió en el primer ex presidente de EEUU en ser acusado de cometer delitos graves.
Antes de poner un pie en la Corte de Manhattan, el empresario alertó a sus seguidores con el objetivo de animarlos a protestar afuera del recinto judicial.
El político republicano criticó severamente la investigación en su contra, y se dijo víctima de una “persecución política”, por ello predijo que el caso afectaría a los demócratas en las elecciones de 2024.
Por su parte, el abogado, Todd Blanche, señaló durante la audiencia que su cliente se encuentra “completamente frustrado, molesto y cree que está ocurriendo una gran injusticia en esta Corte”.
Aunque el político no fue esposado, ni conducido por policías, se sabe que al ingresar al edificio de justicia se sometió a los procedimientos convencionales, donde cumplió con el procedimiento de registro, y posteriormente se le presentó ante el juez.
El juez que llevó a cabo el procedimiento señaló a la fiscalía y al propio Trump que no aplicaría ningún tipo de restricción, sin embargo, invitó a ambas partes a manejarse con prudencia y evitar declaraciones públicas que puedan conducir a un desorden civil.
Cabe recordar que hace dos semanas, las autoridades en EEUU se pusieron en alerta debido a que Donald Trump azuzó a sus simpatizantes para salir a las calles a protestar contra “su arresto inminente”, no obstante, este martes 4 de abril, el ex gobernante salió por su propio pie de la Corte al terminar la lectura de cargos.