Temblor de 4.1 de magnitud con epicentro en Coyuca de Benítez, Guerrero

El sismo sucedió a las 13:01 horas, a una distancia de 24 km de Coyuca de Benítez y tuvo una profundidad de 8.8 km

México es un país sísmico por lo que es importante mantenerse alerta ante movimientos telúricos. (Infobae)

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó sobre un temblor de magnitud 4.1 cerca de Coyuca de Benítez que ocurrió a las 13:01 horas en el horario local (19:01 UTC).

Información preliminar señala que el sismo tuvo un epicentro 24 km al sur de la ciudad, en el estado de Guerrero, con una profundidad de 8.8 km y fue percibido por los vecinos de la localidad.

Ante una actividad sísmica importante, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) hace un llamado a no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.

Tras un terremoto, revisa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu celular solo en emergencia, no prendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante mantenerte alerta.

También puedes seguir las siguientes medidas antes de un terremoto: prepara un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, encuentra las zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y alista una mochila de emergencia.

Durante un temblor conserva la calma y quédate en runa zona de seguridad, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un vehículo, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te encuentras en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.

(Jovani Pérez/Infobae)

Actividad sísmica en México

Vale destacar que México está en constante riesgo de vivir un sismo de gran magnitud, como los sucedidos en septiembre de los años 1985 y 2017. Tales movimientos provocaron desgracias y, a pesar de ser los más recordados, no han sido los de mayor magnitud en el país.

El 28 de marzo de 1787, un Oaxaca colonial se vio estremecido por el que ha sido el terremoto más fuerte registrado en lo que hoy es México hasta ahora. Con una magnitud de 8.6, fue seguido de un tsunami que se adentró 6 kilómetros más allá de la costa.

De acuerdo con los datos del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), realizados en 2009 sobre el terremoto citado, existe la posibilidad de una repetición de eventos por encima de dicha magnitud. Se estima que pueden ocurrir en los años venideros. Su epicentro se calcula en las costas de México y Centroamérica, ya que estas se encuentran en la denominada Brecha de Guerrero. Dicha zona se caracteriza por la acumulación de gran cantidad de energía geológica.

Sin embargo, una magnitud menor en un evento sísmico no se traduce necesariamente en una afectación menor en edificios e infraestructura. Así, en 1985 y 2017, los habitantes de la capital, Ciudad de México, debieron enfrentar la devastación producto de dos terremotos que se transformaron en un parte aguas en sus vidas.

El 19 de septiembre de 1985 sucedió un terremoto de magnitud 8.2, con epicentro en el estado de Guerrero. Eran las 07:19 horas locales (13:19 UTC). En aquel momento, se pensó que no habría más terremotos de tales dimensiones, mas un evento afín aconteció exactamente 32 años después.

El de 2017 se dio entre los estados de Puebla y Morelos a las 13:14 hora local (18:30 UTC). El saldo de víctimas humanas alcanzó las 369 muertes.