Fiscalía de Sinaloa confirmó que el ADN de los restos encontrados en Choix corresponden al “Chueco”

También detalló que se hizo la entrega del cuerpo del criminal, responsable del asesinato de dos sacerdotes jesuitas, a sus familiares

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 José Noriel Portillo, mejor conocido como “El Chueco”
José Noriel Portillo, mejor conocido como “El Chueco”

La Fiscalía General del Estado de Sinaloa hizo la entrega oficial del cadáver de José Noriel Portillo, mejor conocido como “El Chueco”, luego de que los resultados de las pruebas genéticas de ADN confirmaran la identidad del criminal que se hizo notoriamente famoso por el doble homicidio de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua.

Dichas pruebas, de acuerdo con la fiscalía, confirmaron el parentesco del cuerpo con dos de sus hermanas, quienes acudieron al municipio de Los Mochis, en Sinaloa, a identificarlos restos del “Chueco”, cuyo cadáver fue localizado el pasado sábado 18 de marzo en un camino que conduce del poblado La Viuda a Picachos, en el municipio de Choix.

“Continuamos con el procedimiento, realizamos las pruebas de genética correspondientes, las cuales en el transcurso de las primeras horas del día de hoy tuvimos los resultados, siendo positivos para ambas identificantes”, señaló la fiscal Sara bruna Quiñónez Estrada.

También informó que la fiscalía abrió una carpeta de investigación por homicidio para dar con él o los responsables de privar de la vida a Noriel Portillo, pues su cadáver, además de presentar múltiples heridas de bala, tenía el tiro de gracia.

Los restos del delincuente fueron encontrados en un camino de Sinaloa (Archivo)
Los restos del delincuente fueron encontrados en un camino de Sinaloa (Archivo)

De igual forma precisó que la Fiscalía General del Estado de Chihuahua fue informada sobre cada una de las diligencias realizadas en Sinaloa, pues dicha institución también lleva a su vez una investigación en contra de “El Chueco”.

“Se encontró el cadáver con cierto tiempo, después de que perdió la vida, y desconociéndose la circunstancias. Se encontraron 16 cartuchos percutidos y el sujeto tiene un balazo en la cabeza”, explicó el fiscal de Chihuahua, César Gustavo Jáuregui Moreno, durante una conferencia de prensa realizada este 22 de marzo.

De acuerdo con Jaúregui Moreno, el cadáver del presunto líder de una célula del Cártel de Sinaloa fue encontrado gracias a una denuncia anónima que las autoridades llegaron después de un tiempo para levantar el cadáver e iniciar las pruebas correspondientes. También detalló que junto al cuerpo fueron encontrados 16 cartuchos percutidos.

A raíz del asesinato en el municipio de Urique de los padres Javier Campos y Joaquín Mora, así como del guía de turistas, Pedro Eliodoro Palma, “El Chueco” se convirtió en un objetivo prioritario por lo que las autoridades ofrecían una recompensa de 5 millones de pesos por información que llevara a su captura.

Mujeres cargan un retrato del sacerdote jesuita Javier Campos Morales en su cortejo fúnebre y el de su compañero sacerdote Joaquín César Mora Salazar en Cerocahui, en el estado de Chihuahua (AP Foto/Christian Chavez, Archivo)
Mujeres cargan un retrato del sacerdote jesuita Javier Campos Morales en su cortejo fúnebre y el de su compañero sacerdote Joaquín César Mora Salazar en Cerocahui, en el estado de Chihuahua (AP Foto/Christian Chavez, Archivo)

El miércoles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, indicó en su conferencia de prensa diaria que autoridades federales analizan la posible muerte de Portillo Gil y que el cuerpo hallado en Choix, Sinaloa, correspondía a su descripción. Además, el mandatario comentó que “al parecer se trató de una ejecución”-

El 20 de junio de 2022, los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 79 años, y Joaquín Mora Salazar, de 80, intentaron auxiliar y brindar protección al guía de turistas Pedro Palma, quien entró a una iglesia huyendo de personas armadas, por lo cual los tres fueron asesinados.

Las muertes de los religiosos fueron condenadas por organizaciones civiles y la comunidad jesuita en México, que destacó que al menos siete sacerdotes habían sido asesinados durante la administración del presidente López Obrador, quien días después del asesinato prometió una investigación “a fondo” y ofreció recompensa por el presunto homicida.

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